Las inmediaciones del Palacio de los Deportes quedaron anegadas y una docena de coches sufrieron daños en un garaje de La Corredoria.
Viesques y Cabueñes sufrieron los estragos de la tromba durante el tiempo que las alcantarillas colapsaron
Oviedo sufrió ayer sus terceras inundaciones en menos de dos meses. El fuerte aguacero caído a media tarde anegó numerosas calles de la ciudad, siendo las de los alrededores del Palacio de los Deportes las más afectadas. Las arquetas no daban a basto ante la cantidad de agua acumulada, que «llegaba hasta las rodillas», explicaron los testigos que vivían en esos momentos la apertura de las fiestas del barrio.
Problemas importantes también se registraron en el HUCA, donde el agua inundó la segunda planta subterránea por la rotura de tres bajantes principales de aguas pluviales. La actividad del hospital no se vio afectada. Y cerca de allí, en la calle Instituto Aramo, de La Corredoria, donde la fuerte lluvia provocó la rotura de las tuberías del garaje, que al caer ocasionaron «averías importantes en una docena de vehículos», según explicó un vecino. Las goteras se colaron también en la Semana del Arte en La Vega, sin llegar a afectar a las obras. Mientras, en la avenida del Cantábrico se produjo un accidente, con un vehículo que se estrelló contra una farola. Los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento intervinieron en la calle Atenas, al lado del centro comercial Los Prados, por un garaje inundado, y en una casa de Guillén Lafuerza, que quedó anegada.
Asimismo, en las calles Arcos de los Zapatos y Daoiz y Velarde, de El Fontán, las inundaciones afectaron a algunos de los locales comerciales, siendo uno de ellos La Favorita. Mientras que en Fuertes Acevedo el agua bajaba a tal velocidad que se llevó por delante numerosos cubos de la basura.
El intenso aguacero en plena pleamar complica el tráfico por la tarde
Una importante tromba de agua caída ayer sobre las siete y media de la tarde en Gijón anegó barrios y complicó el tráfico de vehículos debido las acumulaciones de agua en diversos viales.
La fuertes precipitaciones se produjeron muy concentradas en el tiempo, en apenas quince minutos, justo a la hora de la pleamar, lo que hizo que la red del alcantarillado colapsase durante unos veinte minutos debido al elevado nivel de las aguas, lo que provocó que no asumiera el agua de lluvia.
Una de las peores partes se la llevó Viesques, donde la avenida del Mar Cantábrico se inundó y complicó la circulación durante un tiempo, en concreto, hasta que los sumideros consiguieron evacuar toda la lluvia. También las inmediaciones del tanatorio y el hospital de Cabueñes se vieron afectadas.
Pese al intenso aguacero, los bomberos no se habrían visto obligados a intervenir, según un primer balance.
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