El fuego arrasa más de 5.000 hectáreas y deja una decena de bomberos heridos, uno grave
El sureste de Francia arde. Varios incendios azotan desde comienzos de
la semana los departamentos de Var, Bouches-du-Rhone y Vaucluse, así
como el norte de la isla de Córcega, y han arrasado ya más de 5.000
hectáreas. A los graves daños ecológicos y económicos la región de Provenza-Alpes-Costa Azul
es la segunda más turística de Francia, tras París se unen los
personales: entre 10.000 y 12.000 personas tuvieron que ser evacuadas la
noche del martes al miércoles tras desatarse un nuevo fuego que se
propagó rápida y violentamente en Bormes-les-Mimosas, en Var.
“Es una pesadilla, un fuego que comienza a medianoche y con este viento,
cuando sabemos que los aviones antiincendios no pueden despegar hasta
la mañana”, lamentaba el alcalde de esta localidad turística, François
Arizzi. Los evacuados, entre ellos 3.000 campistas, pasaron la noche en
los seis locales adaptados como refugios temporales desde escuelas a
una sala de fiestas o en sus vehículos. Algunos prefirieron desplegar
sus mantas o sacos de dormir en las playas de la zona. No se descarta
que muchos vayan a tener que pasar una segunda noche lejos de sus
hogares y pertenencias. El aeropuerto de Toulon fue cerrado durante
varias horas por el humo.
La inquietud por la situación ha llegado hasta París. El primer
ministro, Édouard Philippe, se desplazó en la tarde del miércoles hasta
algunas de las zonas más afectadas en el Var. Antes, desde la Asamblea
Nacional, anunció el envío de refuerzos. Bomberos de todo el país
apoyarán a “los que desde hace días luchan contra los incendios” en el
sureste, aseguró. Además, indicó que el 80% de la flota aérea
antiincendios del país, 20 aviones, están disponibles para la región,
entre ellos ocho aviones cisterna Canadair, de los que seis ya están
operativos. Mientras, el presidente, Emmanuel Macron, envió un mensaje de apoyo tanto a los bomberos que luchan contra el fuego como a los afectados por las evacuaciones.
Ante la multiplicación de los incendios,
algunos de ellos ya controlados pero todavía no apagados del todo, la
prefectura de Var ha abierto una “célula de crisis” para supervisar los
diversos focos y coordinar los esfuerzos.
Más de 1.100 bomberos están desplegados en este departamento,
cubierto también por varios aviones antiincendios. Pero el intenso
calor, la orografía y, sobre todo, los fuertes vientos, dificultan las
tareas. Tan solo en las últimas 24 horas se identificaron una treintena
de focos en todo el Var. Solo en Bormes y sus alrededores han ardido ya
más de 1.300 hectáreas. Más de medio centenar de bomberos seguían el
miércoles intentando controlar un fuego que, además de provocar la
masiva evacuación, destruyó 250 caravanas, un hangar, una vivienda y
tres coches, según la prefectura.
En el interior, en Artigues, han ardido 1.700 hectáreas. Aunque
durante la jornada el fuego parecía controlado, en la tarde las
autoridades advirtieron de una reactivación “importante” del incendio.
Hasta 400 bomberos seguían movilizados en la zona. Un tercer foco ha
arrasado otras 500 hectáreas en La Croix Valmer, cerca del balneario de
Saint Tropez, donde también se han reactivado los focos, según el parte
oficial. Toda la zona permanece bajo riesgo “excepcional” o “muy grave”
de incendio, los niveles más altos de la escala, para este jueves.
En total, una veintena de personas que luchan por apagar los
incendios bomberos y policías resultaron heridas leves o sufrieron
intoxicación por el humo. Un bombero que sufrió quemaduras de segundo
grado cuando combatía el incendio de La Croix Valmer tuvo que ser
trasladado a Marsella.
Desde la mañana del miércoles, cuatro aviones antiincendios Tracker y
un helicóptero de rescate Dragon 83 ayudan a apagar el fuego en Bormes.
La víspera, las autoridades solicitaron a Europa dos aviones cisterna
Canadair de apoyo. El primero llegó el martes, prestado por Italia, a
Córcega, donde han ardido casi 2.000 hectáreas de maquis desde el lunes,
aunque la situación está ya controlada.
El ministro del Interior, Gérard Collomb,
que el martes había viajado a Biguglia, Córcega, para supervisar la
acción de los bomberos, anunció que ha solicitado seis aviones cisterna
de tipo Dash suplementarios.
Francia cuenta actualmente con una flota de 23 aviones para la lucha
contra los incendios: 12 Canadair, nueve Tracker y dos Dash.
Por el momento se desconocen las causas de estos incendios. Según el
número dos de los bomberos de Francia, Grégory Allione, "hay dos efectos
combinados" para explicar la virulencia de los fuegos. "Una sequía que
se repite año tras año" y "condiciones de viento desastrosas". En este
contexto, hizo un llamamiento a los habitantes para "tener en cuenta que
en el Mediterráneo, en Provenza, en Córcega, hay que tener una actitud
ciudadana: no hacer fuego, no fumar, no hacer barbacoas, no hacer obras
en los bosques". A mediados de julio, en la región de Marsella
(sureste), un incendio, probablemente causado por una colilla, arrasó
800 hectáreas de terreno.
Con una media de casi 24.000 hectáreas quemadas al año entre 1973 y
2008, esta región mediterránea francesa es una de las cinco áreas
europeas más afectadas por incendios forestales.