sábado, 27 de junio de 2020

PORTUGAL PASA A SER LA SEGUNDA TASA DE CONTAGIO MAS ALTA DE EUROPA

Unos 700.000 habitantes de la región de Lisboa retroceden en la desescalada

Portugal fue un ejemplo de control de la pandemia en Europa en marzo, con un confinamiento rápido y ejemplar de la población. La desescalada, sin embargo, sigue un patrón distinto y la imagen es de incertidumbre. En apenas unas semanas, Portugal se ha convertido en el segundo país de Europa en cuanto a número de contagios por habitante, sólo superado por Suecia.

El país vecino registró ayer 451 nuevos contagios, su peor dato desde el 8 de mayo, con el 75% de las infecciones concentradas en la región de Lisboa. La capital y buena parte de su cinturón metropolitano, donde se concentran los nuevos contagios, están en fase de "contingencia". Los comercios cerrarán a las 20.00, salvo restaurantes, gasolineras, clínicas, farmacias, funerarias o instalaciones deportivas, y no se permiten reuniones de más de 10 personas. Se calcula que 700.000 de los 3 millones de habitantes de la región de Lisboa están afectados por las medidas de contingencia.

La peor situación se da en las 19 freguesías (parroquias) donde se ha decretado "recogimiento domiciliario" y los vecinos solo pueden salir para trabajar, comprar medicamentos o alimentos, y no podrán producirse reuniones de más de cinco personas. Los barrios afectados están en los municipios de Amadora, Odivelas, Sintra, Loures y un barrio capitalino, Santa Clara.

El próximo 1 de julio, cuando está prevista la apertura de la frontera terrestre que Portugal comparte con España, la mayor parte del país pasará al estado "de alerta", que implica aún medidas de distanciamiento y protección que no alteran sustancialmente la vida diaria, aunque las reuniones sociales no podrán ser de más de 20 personas.

La situación actual contrasta con el inicio de la pandemia en Portugal, cuando los casos de coronavirus se concentraban en la región norte. Desde hace tres semanas, la región de Lisboa cuenta con 50 veces más casos que la de Oporto, según datos divulgados ayer por el diario luso "Público".

Línea de variación

La Direcção Geral da Saúde (DGS) informó ayer de que en las últimas 24 horas se notificaron seis por covid-19, que elevan a 1.555 las víctimas mortales y 40.866 infectados el balance oficial desde que comenzó la pandemia. La tasa de reproducción ha subido del 0,98% al 1,06%. Los internados en hospitales ascienden a 457, de los que 67 permanecen en la UCI.

"Hay un crecimiento de nuevos casos mayor, pero estamos todavía en una línea de variación que es previsible, manejable, controlable", dijo el primer ministro, el socialista António Costa, quien atribuye los malos datos al aumento de los test que se practican en las últimas semanas y a los brotes en colectivos de trabajo temporal y construcción civil. Costa admitió que la movilidad y el uso del transporte público han contribuido a la expansión. Por eso se reforzarán los servicios del área metropolitana lisboeta.

Multas a civiles y empresas

Las ilegales, motivo de brotes con cientos de contagios en distintas ciudades del país, son otro motivo de preocupación. Dispuesto a acabar con esta práctica, el Gobierno ya ha advertido que hará cumplir la ley y que habrá multas para quien se salte las normas. "Las Fuerzas de Seguridad dejarán de tener una función meramente pedagógica y pasarán a asegurar la aplicación de las normas mediante multas", advirtió Costa: entre 100 y 500 euros para los civiles y hasta 5.000 euros para las empresas.

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