domingo, 24 de enero de 2016

UNA OLA ARRANCÓ AL JOVEN DESAPARECIDO DE LOS BRAZOS DE SU HERMANO


  • Los dos cayeron al agua mientras cogían percebes en los acantilados de Lobadiz
Eran sobre las diez de la mañana. Buena temperatura y escaso viento pero, abajo de las rocas, el mar batía con fuerza y se levantaba con ondas de casi cinco metros, que al chocar contra las rocas dejaban un reguero de espuma.
Los hermanos Óscar y Sergio Díaz, de 35 y 28 años, cogían percebe en los acantilados de Lobadiz, el trozo de costa ferrolana que discurre entre dos de sus playas más concurridas en verano, Doniños y San Xurxo. Dos olas estaban a punto de marcar para siempre la vida de dos hermanos que cogían percebe en el acantilado. La primera se llevó al agua a los dos. El mayor se quedó atrapado entre unas rocas y pudo agarrar a su hermano pequeño, pero llegó otra y se lo arrebató. Óscar, con su pantalón vaquero y su sudadera empapados, pudo salir del infierno de agua y corrientes y subir por las rocas por su propio pie hasta alcanzar el alto y alertar de lo que había sucedido. Se lo encontraron los policías locales, los primeros en llegar al lugar, a los que relató lo sucedido.
Inmediatamente se puso en marcha el dispositivo de búsqueda por tierra, mar y aire, al mismo tiempo que una ambulancia medicalizada se llevaba al superviviente al hospital donde, según pudieron saber algunos allegados, precisó ser operado porque tenía las clavículas rotas.
Por tierra, alrededor de cinco policías locales, diez bomberos, tanto de servicio como algunos en su jornada de descanso, otros tantos voluntarios de Protección Civil y varios policías nacionales, peinaron el lugar para intentar atisbar al joven. El helicóptero Helimer también se desplazó al lugar, mientras que por mar llegaron la Salvamar Mirfak y una patrullera de la Guardia Civil. Las adversas condiciones del mar imposibilitaron que los buzos se sumergieran a la búsqueda del hombre.
La policía local tuvo que instalar unas vallas en el acceso a Lobadiz para tratar de limitar el acceso a la zona.
Hasta que cayó la noche se mantuvieron en el lugar los efectivos y los bomberos tenían previsto acudir de nuevo sobre las diez de la noche, con la bajamar, para rastrear la playa, por si las corrientes devolviesen el cuerpo del infortunado. Los pescadores que frecuentan esa zona y que se acercaron hasta allí comentaron a los policías que Lobadiz cuenta con balsas de agua en las que pudo quedar atrapado el joven y que podría salir a la superficie, hacia la costa más próxima al faro, con el cambio de las mareas.
Bolsa con percebes
En la zona más alta del alcantilado se quedó una bolsa en la que había varios kilos de percebes y una sudadera de los hermanos.
Si el joven no aparece esta madrugada, el dispositivo volverá a activarse por tierra, mar y aire a primera hora del domingo.

Una familia muy conocida en el barrio de A Graña, en donde regentó el local social

Óscar y Sergio Díaz son dos hermanos de la ferrolana parroquia de A Graña, en donde eran muy conocidos. El mayor llegó a regentar el local de la entidad Y de A Graña, en donde se reunían los vecinos, entre otros para jugar al bingo social. Algunos conocidos recordaron ayer que llegaron a organizar las fiestas patronales, en la etapa en la que gestionaba el local de esta entidad, ahora cerrada. Ambos hermanos tienen hijos pequeños.
Algunos conocidos se preguntaban ayer qué razones llevarían a los hermanos a arriesgarse a coger los percebes pese al mal estado en el que se encontraba el mar. Otros afirmaron que, debido a que ambos se encontraban en situación de desempleo, acudían a recoger el crustáceo y que ya habían ido el día anterior.
Gran conmoción
En A Graña, el suceso causó una gran conmoción, debido a que se trata de una «familia de toda la vida», como recordó ayer una vecina. Se trata de una parroquia pequeña, en la que todo el mundo se conoce y en la que los dos hermanos han compartido vivencias desde que eran niños con el resto de jóvenes del lugar.
Es la segunda vez en los últimos dos años que el mar golpea de lleno a una familia en la costa ferrolana. El día de Reyes del 2014, en las inmediaciones de otro faro, el de Meirás, un temporal de mar levantaba olas de hasta diez metros. Una de ellas engulló a tres miembros de una misma familia, un padre y una hija y el cuñado de este.
Únicamente pudo recuperarse el cuerpo de uno de los dos fallecidos en otro de los sucesos que causó gran pesar en la parroquia valdoviñesa. Ese día se formó la mayor ola de todo el país, en el marco de una cadena de temporales que habían azotado sin descanso la costa del norte de A Coruña.

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