SIN NOTICIAS DE LOS DOS DESAPARECIDOS EN GRANADA

 La Policía Nacional sigue trabajando para encontrar a los vecinos del Camino de Arabial y de Casería de Montijo

Aún no hay rastro del anciano de 88 años desaparecido el pasado sábado en la zona de Arabial de Granada capital desde que su familia denunciara el caso a las 23.00 horas, cuando bajó a la calle desde su casa y no se supiera más de él.
Según han informado fuentes de la Policía Nacional, en un principio se barajó la hipótesis de que hubiera caído a un contenedor al que se asomó para buscar su audífono, ya que tiene problemas auditivos, pero esta idea se descartó tras no encontrar nada en los vertederos.
Durante las investigaciones, ha precisado la Policía, se abren muchas líneas para poder ampliar las posibilidades de éxito, pero «no se puede hablar de cada una de ellas porque son sólo hipótesis».

 Este vecino de Arabial vestía un pantalón de color gris y un chaquetón negro con vetas grises el día de sus desaparición. Tiene 88 años y leves problemas de audición.
Por otro lado, la desaparición de otro hombre en la capital granadina, vecino de Casería de Montijo, del que no se sabe nada desde que se le viera por última vez junto a la casa de su madre hace más de dos semanas, continúa siendo investigada.
Tal y como ha precisado a esta agencia la Policía, nada tienen que ver ambas desapariciones y se trata de líneas de investigación «muy distintas» en las que se está hablando con las personas más cercanas a ambos y analizando su entorno aunque «las desaparición están bien diferencias y las circunstancias son muy diferentes», han precisado fuentes policiales.
Los carteles siguen colocados en coches, comercios, bares y en calles de Granada y pueblos del Cinturón Metropolitano por si alguien lograra verlo. La denuncia la interpuso la mujer del desaparecido, un hombre de 31 años que responde a la descripción de moreno, delgado y con un tatuaje en el brazo izquierdo. Aquel 7 de noviembre se esfumó su rastro tras encontrarse con un amigo al que aseguró que «iba a casa a cambiarse de ropa». Desde entonces, no se conoce su paradero ni la familia ha podido contactar con él porque su teléfono móvil está apagado o fuera de cobertura. La Policía sigue trabajando duro para encontrarlos.