Medios forestales se emplean durante la noche para apagar los fuegos originados por rayos
Noche infernal en el oeste de la provincia. Al menos cuatro grandes incendios se declararon ayer en otras tantas localidades zamoranas. Por la tarde empezaba a arder la Sierra de la Culebra en Ferreras de Abajo. El fuego se recrudeció durante la noche, llegando a afectar al repetidor del pueblo y haciendo temer lo peor a los vecinos, que oían las campanas de la iglesia tocar a incendio. Parecido panorama se producía en Ferreras de Arriba, en Villardeciervos y en Sarracín de Aliste. Los rayos caídos de una fuerte tormenta eléctrica, unidos al viento que se desencadenó tras anochecer, en medio de la fuerte sequía tras un día de calor desmesurado pueden esconderse en esta ristra de incendios que afecta a zonas de gran valor medioambiental. Sobre las doce de la noche, el fuego parecía controlado en Villardeciervos e iba a menos en Ferreras de Abajo. El cambio en la dirección del viento afectó a otro frente contra el que los efectivos forestales actuaban en Ferreras de Arriba. Sarracín de Aliste es otro de los puntos donde se esforzaban los medios anoche para intentar controlar el siniestro. La lluvia que comenzó a caer casi de madrugada era una de las esperanzas para ayudar a controlar la situación.
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