Los análisis a trabajadores y al resto de ancianos salen negativos, pero cuatro mayores ingresan por problemas respiratorios
Las alarmas saltaron en la víspera de la entrada en la fase 3 de la desescalada por el ingreso hospitalario por covid-19 de una residente del centro de mayores El Cristo de Candás. La infectada ingresó el sábado en el hospital gijonés de Cabueñes, el centro de referencia para los ingresos por coronavirus del área V. Acto seguido se activaron los protocolos y se realizaron las pruebas correspondientes tanto al personal como a los residentes. Los veinte mayores dieron negativo en coronavirus y pasarán los próximos catorce días en el Centro de Referencia para personas con Discapacidades Neurológicas (Credine) de Langreo, que se abrió específicamente en marzo para poder acoger a pacientes con covid o para hacer seguimiento a quienes hayan estado en contacto con infectados. No obstante, cuatro residentes terminaron trasladados a Jove al mostrar sintomatologías respiratorias, aunque sus pruebas de covid-19 habían sido negativas.La residente de El Cristo que dio positivo había sido sometida recientemente a una intervención quirúrgica, de la que aún se estaba recuperando en el geriátrico. La mujer empezó a manifestar en los últimos días un grado preocupante de patología respiratoria y fue enviada el sábado al hospital gijonés de Jove. Allí se le hicieron las pruebas correspondientes y dio positivo en la muestra de PCR. Fue este el motivo por el que fue derivada a Cabueñes, el centro hospitalario de referencia para los ingresos por covid-19 en el área V (Gijón, Carreño y Villaviciosa).
El origen del contagio es por ahora una incógnita. La residencia, localizada en la calle Escultor Antón, en el centro de Candás, no recibía visitas desde el 14 de marzo, el mismo día que el Gobierno de Pedro Sánchez decretó el estado de alarma en todo el territorio nacional para contener la expansión de la enfermedad.
Las fuentes consultadas sostienen que la paciente infectada ha estado en contacto únicamente con el personal de la residencia, especialmente con el cuidador, y con el resto de residentes.
La residencia El Cristo, de titularidad privada, tiene capacidad para 22 personas. Precisamente, su reducido tamaño fue lo que motivó su desalojo y el traslado de los ancianos al Credine, ya que resulta imposible activar el protocolo de aislamiento en una residencia tan pequeña. Los trabajadores tendrán que pasar las dos semanas de cuarentena en sus domicilios y los residentes estarán ese tiempo en el centro langreano, donde se puede asegurar y controlar su aislamiento.
Cuatro ambulancias de Transinsa trasladaron ayer a los residentes de El Cristo al Credine. Mientras en las terrazas candasinas muchos apuraban el vermú dominical, en el patio del número 54 de la calle Escultor Antón una anciana aguardaba acompañada de dos trabajadoras a que le llegara el turno de entrar en la ambulancia que la trasladaría minutos después al que será su hogar durante los próximos días.
-¿Pero nos van a llevar a todos?
-Sí, pero no pasa nada, tranquila.
En el centro declinaron ofrecer información sobre el caso. "Está aquí la doctora. Lo único que le puedo decir es que tenemos un positivo solamente. Ya nos hicimos las pruebas y la primera nos dio negativo. Hasta la tarde no sabremos el resultado de la segunda, ni de los abuelitos ni de las nuestras", se limitaron a señalar desde el otro lado del telefonillo.
Horas después, en la residencia respiraron algo más aliviados al conocer el resultado, negativo, del resto de pruebas.
Los familiares recibieron la llamada de El Cristo a primera hora de la mañana de ayer: "Nos llamaron por teléfono a las nueve y nos dijeron que se había producido un positivo, que estaba ya en Cabueñes y que iban a trasladar a Barros al resto. A las dos nos volvieron a llamar diciendo que ya estaban instalados y a la espera del resultado de las pruebas. Estamos esperando a que nos llamen otra vez", explicaba, avanzada la tarde, Víctor Martínez, sobrino político de uno de los residentes.
El positivo del geriátrico candasín trascendió una semana después del primer brote de covid-19 desde el inicio de la desescalada. Se produjo en una residencia de mayores de Gijón, con 19 infectados: 15 residentes y cuatro trabajadores. Parte de esos mayores también fueron trasladados al Credine.
La Consejería de Salud y la de Derechos Sociales informaron ayer por la mañana a la alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández, del positivo en una residencia de su municipio. "Se activaron los protocolos correspondientes y los análisis a personal y residentes. Se actuó con diligencia desde la administración regional y a continuación informé de los hechos a los portavoces del resto de grupos políticos con representación en Carreño. Desde el Ayuntamiento nos hemos puesto a su disposición en lo que necesiten", apuntó la regidora.
El director general de Cuidados, Humanización y Atención Sociosanitaria, Sergio Valles, valoró la rápida actuación: "Una vez más hemos realizado una detección precoz, una actuación y un plan de intervención con medidas eficientes de manera rápida, lo que nos permite abordar esta nueva situación de manera segura".
Amelia Fernández aprovechó para pedir a los asturianos que no bajen la guardia. El virus sigue al acecho. "Nos adentramos en fase 3 de la desescalada y cada día cobra mayor importancia la responsabilidad ciudadana. No se puede bajar la guardia, el virus sigue ahí y es necesario seguir los protocolos y pautas de protección necesarias", concluyó.
Son 19 los casos activos por coronavirus entre residentes de geriátricos en Asturias: 13 corresponden al Instituto Gereontológico Astur, tres de la residencia Santa Teresa de Oviedo y uno en las residencias Nuestra Señora de Covadonga, en Pola de Siero, y El Cristo. Hay también un caso informado en la residencia de la tercera Edad La Golondrina de Gijón, si bien la persona afectada está ingresada en un hospital y la fuente de infección fue este último centro.
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