martes, 28 de abril de 2020

PEDIATRAS ACLARAN QUE NO HAY EVIDENCIA DE QUE LOS SHOCK EN NIÑOS TENGAN RELACION CON EL COVID-19

  
Por el momento no se ha establecido si son una coincidencia en el tiempo con la pandemia o tienen algún tipo de relación causal

Los pediatras españoles han hecho un llamamiento a la calma ante las informaciones que hablan de una nueva enfermedad inflamatoria que afecta a los niños y que podría estar relacionada con la COVID-19. La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha aclarado que "por el momento no se ha establecido" ningún tipo de relación causal con la epidemia de coronavirus, e inciden en la posibilidad de que esos casos de shock en niños que se están describiendo en algunos países sean "una coincidencia en el tiempo con la pandemia del COVID-19".

Para los pediatras, la detección de estos casos es "muy infrecuente", y no supone una variación significativa del impacto de la infección por coronavirus en los niños, quienes en la mayoría de los casos presentan cuadros leves y una proporción de ingreso hospitalario muy baja. "Tal y como se ha puesto de manifiesto en la práctica clínica, seguimos insistiendo en que la gran mayoría de las ocasiones la COVID-19 cursa de forma leve en los niños", expresa en este sentido Cristina Calvo, portavoz de la AEP.


 AEP: Es un cuadro conocido, y si estos casos se presentan en España podemos atenderlos sin problema porque tienen tratamiento.

La alarma saltó el pasado lunes en el Reino Unido, cuando un comunicado dirigido al personal médico del Servicio Nacional de Salud de este país (NHS en inglés) indicaba una "creciente preocupación" sobre la posibilidad de que un "síndrome inflamatorio relacionado con la COVID-19 esté surgiendo en niños británicos, o que pueda haber otro patógeno infeccioso, todavía no identificado, que esté asociado a estos casos".


 Las autoridades sanitarias británicas apuntaban a que, en las últimas tres semanas, ha habido un "aumento aparente en el número de niños de todas las edades que presentan un estado inflamatorio multisistémico, que requiere cuidados intensivos en Londres y en otras regiones del Reino Unido".

Precisaban que se desconoce cuántos niños se han visto afectados, pero en todo caso estimaban que se trata de un número muy pequeño. También, añadían que la afección parece ser una complicación rara que se ha detectado en niños que han dado positivo en la prueba del coronavirus, aunque también en otros cuyo resultado ha sido negativo.

La patología, según este comunicado, presenta los síntomas más graves de la COVID-19 y comparte otros del síndrome de shock tóxico y de la enfermedad de Kawasaki atípica, que provocan que los vasos sanguíneos se inflamen e hinchen. Además, produce dolor abdominal, molestias gastrointestinales e inflamación cardíaca.

Un cuadro clínico "muy infrecuente"

La Asociación Española de Pediatría recuerda que este cuadro clínico detectado tanto en Reino Unido como en otros países "es muy infrecuente, y se han descrito muy pocos casos en España". "Es un cuadro conocido, extremadamente raro, y si estos casos se presentan en nuestro país también podemos atenderlos sin ningún problema porque tienen un tratamiento conocido", tranquiliza Cristina Calvo, que confía en la eficacia del modelo sanitario español, en el que los pediatras de atención primaria son los primeros profesionales sanitarios a los que acuden los niños, y están "muy bien formados y ya alertados de estos posibles cuadros".

Así, a través de una nota interna, siguiendo el procedimiento habitual en estos casos, la AEP ha alertado este martes a los pediatrias y médicos de la aparición en las últimas dos semanas de un número de pacientes pediátricos caracterizados por un cuadro inusual de dolor abdominal, acompañado de síntomas gastrointestinales (diarrea y/o vómitos), con aceptable estado general pero que pueden evolucionar en pocas horas hacia un shock, con taquicardia e hipotensión.

"La mayoría de los casos se han detectado en niños en edad escolar o adolescentes. Además, suelen acompañarse de fiebre, eritrodermia e inyección conjuntival solapándose con dos posibles entidades como la enfermedad de Kawasaki y un síndrome shock tóxico", explica.

Pacientes con COVID-19, pero también sin esta enfermedad

Los pediatras resaltan que el dolor abdominal y los síntomas gastrointestinales se han asociado a inflamación cardiaca (miocarditis) y se ha observado "en algunos niños con PCR positiva para SARS-CoV2 y también con PCR negativa, aunque en algunos de estos pacientes con PCR negativa se ha detectado serología positiva de SARS-CoV2". Dicho de una manera más sencilla, los síntomas se han detectado en tres tipos de pacientes:  que tienen la infección de coronavirus activa, que no la tienen activa pero la han pasado y finalmente los que en ningún momento han padecido la enfermedad COVID-19.

 Estos casos se han descrito en Reino Unido, Italia, Francia y Bélgica al menos, por lo que los pediatras de estos países están siendo advertidos. Ante la aparición de algunos de estos síntomas, la AEP recomienda a los pediatras tener "un alto índice de sospecha, monitorizar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial y valorar la derivación urgente a un hospital próximo".

Los pediatras recuerdan que no hay que bajar la guardia y piden a los padres que permanezcan muy atentos a los síntomas de alarma de los niños, tanto por la COVID-19 como por otras patologías, y que acudan a las urgencias pediátricas si lo creen necesario.
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