La niña, de 13 años, pidió trabajo en una sidrería y el hostelero dio la voz de alarm
La menor de 13 años que se escapó de su casa en la madrugada del jueves al viernes apareció ayer por la mañana en Gijón. La joven intentó pedir trabajo en una sidrería y el dueño alertó a la Policía, que no tardó en dar con su paradero. "Menos mal, hemos pasado unas horas horribles", indicó su tía, Sara Rodríguez, con quien vive la niña en El Pozón, pocos minutos después de ser localizada en la villa gijonesa.
Anteayer se organizó una batida popular para localizar el paradero de la niña. Alrededor de medio centenar de personas colaboró en la búsqueda. Se peinaron varias zonas: Niemeyer, la ría de Avilés, pantano de Trasona, Llaranes y el Quirinal. La búsqueda se organizó por grupos, que incluso llegaron a prolongar las pesquisas hasta las 3.00 de la madrugada por puntos más alejados como Cancienes, en Corvera.
Al final, la niña, que había desaparecido de su domicilio tras una bronca con su tía, estaba en Gijón. Trato de pedir trabajo en una sidrería de la ciudad. El dueño del establecimiento le contestó que "no podía contratar a menores de edad". Posteriormente, se dio cuenta de que se trataba de la niña avilesina desaparecida y dio la voz de alarma.
La Policía Local dio con su paradero y la trasladó a un centro de salud, antes de que sus familiares pasaran a recogerla. Las horas angustiosas de anoche han tenido un final feliz y la menor, de 13 años y jugadora de baloncesto en el Avilés Sur, ya está de nuevo en su casa.
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