DESAPARECIDO HOMBRE DE 54 AÑOS EN MONFORTE - LUGO

El hombre tiene 54 años de edad y lleva desde el jueves sin atender el teléfono móvil, acudir a su puesto de trabajo en el matadero de la ciudad del Cabe y visitar a su hija pequeña

La expareja y los allegados de José Ramón Fabeiro Bellón, natural de A Coruña pero residente en la ciudad del Cabe, buscan desde el jueves a este hombre de 54 años de edad que desapareció sin dejar rastro. Su expareja presentó una denuncia el viernes en la comisaría de la Policía Nacional de Monforte en la que explica que el último contacto con José Ramón Fabeiro fue el miércoles cuando él visito a la hija de seis años que tienen en común.

Ese día quedaron en volver a verse el viernes, coincidiendo con el cumpleaños de la menor, pero el hombre no apareció.

La madre de su hija asegura que no contesta las llamadas al teléfono móvil y que tampoco ha acudido en los últimos días a su puesto de trabajo en el matadero del polígono industrial de la ciudad del Cabe.

Añade que precisamente los compañeros de la factoría le buscaron por las instalaciones y revisaron todas las cámaras por si hubiera sufrido un accidente y no pudiese pedir ayuda, pero no lo encontraron. Tampoco está en su domicilio habitual de la Rúa Abeledos monfortina.

La denunciante insiste en que la relación entre ambos es muy buena y que José Ramón no sufre ningún problema de salud, laboral o sentimental que pueda explicar su desaparición. También le extraña que se hubiese marchado de manera voluntaria ya que, según apunta, "tiene auténtica devoción por la niña".

José Ramón Fabeiro tienen familia en Lalín y A Coruña pero se desconoce si ha contactado con ellos. La Policía Nacional mantiene abierto el caso y no descarta ninguna hipótesis, entre ellas la de que su ausencia pueda ser voluntaria.

La madre de su hija y otros amigos de Monforte han recorrido las cafeterías y otras localizaciones que José Ramón frecuenta habitualmente, pero nadie lo vio en los últimos días. El hombre mide 1,78 metros de altura y pesa sobre unos 70 kilos. En su entorno agradecen cualquier pista sobre su paradero.