Ambas se resistieron a volver con sus padres; estaban
siendo ocultadas por unos amigos en La Coruña
La Guardia Civil ha encontrado esta tarde pasadas las 17 horas a la niña Milena Galvis Moya, de 15 años, desaparecida el pasado martes en O Burgo (La Coruña). La pequeña se había ido voluntariamente del hogar de sus padres en Culleredo y se había escondido en un piso del barrio de Labañou de la capital con unos amigos que la ocultaban y con otra amiga que también estaba siendo buscada, aunque por la Policía Nacional. Esta otra amiga era Aida G. G., de la misma edad que su compañera.
Tras tomar declaración a sus vecinos y amigos así como rastrear las redes sociales, los investigadores dieron con el paradero de las dos chicas y se personaron en el inmueble con un coche camuflado. Sin embargo, cuando se identificaron ante las dos jóvenes, ambas se resistieron a subir al vehículo policial porque se negaban a regresar con sus padres. Las dos chicas se encuentran en buen estado de salud y han sido inicialmente trasladadas al cuartel de la Guardia Civil antes de decidir a qué casa van. Milena, de hecho, prasará a vivir con su abuela porque no quiere estar en su antigua casa.
La niña no fue al instituto de O Burgo el pasado martes. Una
profesora, de hecho, declaró ante la Guardia Civil que la vio aquella mañana
caminar en sentido contrario al centro escolar. Pero su madre no se enteró de
la desaparición de su hija hasta que llegó a casa por la tarde después de
trabajar. La niña no estaba en su habitación
ni en ningún otro rincón de la vivienda, por lo que la mujer llamó a las amigas
para ver si ellas sabían algo. Pero no tenían ni idea. Así que se fue directa al
cuartel e interpuso una denuncia esa misma noche, pasadas la una de la
madrugada.
Desde entonces, un equipo de Policía Judicial del instituto
armado se puso a investigar la desaparición de la joven. Averiguaron que hacía
días que hablaba de irse a La
Coruña a hacerse un tatuaje. Desde el principio, los agentes barajaron con
posibilidad más factible que la desaparición fue
voluntaria, aunque no descartaron ninguna opción y sigueron
manteniendo el nivel de alto riesgo establecido al principio de las pesquisas
hasta que consiguieron localizar a la niña junto a sus amigos.
Los responsables de las diligencias prefieren tomar siempre estas
medidas de prudencia dado que se trata de menores y siempre son más
vulnerables a cualquier riesgo y a manipulaciones de personas mayores.
Fuentes de la investigación explicaron que los padres de la chica están
separados y que el día antes de la desaparición la niña discutió con su madre, con la que vivía en Culleredo.
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