El novio de la fallecida se encuentra en paradero desconocido y su coche se encontró desguazado junto a una cala de la isla
El pasado 18 de noviembre, la familia de Marcos tuvo la última conversación con él. «Tenía la intención de venir a Madrid por estas fechas para presentarnos a su nueva pareja. Su plan era pasar unos días con familiares que tenemos en Valencia y luego continuar viaje hasta la capital», relató ayer la hermana.Las semanas transcurrían sin demasiados avances en el caso hasta mediados de este mes, cuando el coche de Marcos fue localizado en un paraje montañoso de Santa Eulària próximo a la idílica Cala Llonga, a unos seis kilómetros al sur de la población. El vehículo estaba completamente destartalado. «Tenía las lunas rotas y además le faltaba la batería y las cuatro ruedas», describió la hemrana de Marcos. Algunas prendas aparecieron cerca del turismo, al igual que herramientas de trabajo del madrileño. Pero ni rastro de la pareja, de su teléfono móvil o de su documentación.
Rastreo con helicóptero
A partir de ese momento se activó un importante dispositivo
de rastreo por la abrupta zona en la que participó incluso un
helicóptero de la Guardia Civil. Pero no hubo forma de localizar a los
novios desaparecidos. Durante este mes de diciembre han continuado las
indagaciones policiales en todos los frentes posibles: movimiento de
cuentas bancarias, actividad de telefonía móvil e internet, entrevistas
con amigos y conocidos de las víctimas, comprobación de su identidad en
embarques de ferry. Todo en vano. «Nada hasta el momento ha servido para
poder establecer de manera clara si salieron de Ibiza», lamentó la
familia de Marcos. Actualmente, las pesquisas prosiguen en la
comprobación de embarques aeroportuarios para tratar de averiguar si la
pareja salió en avión de Ibiza.Pero el extraño caso todavía iba a dar un giro trágico. Y esta vez con conexión en la Comunitat. El cuerpo sin vida de la brasileña apareció la semana pasada en la orilla de una playa de Cullera, como confirmó la familia de Marcos y fuentes próximas a la investigación. El cadáver de Katia estaba flotando a muy pocos metros de la orilla y se hallaba en avanzado estado de descomposición. Un hombre que paseaba por la zona lo vio y lo arrastró hasta la arena. Después, dio la alerta y agentes de la Guardia Civi de Cullera se desplazaron al lugar.
Tras una primera investigación ocular, el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) de Valencia. A espera de lo que determine la autopsia, la joven no presentaba signos externos de violencia, por lo que todo apunta a que falleció ahogada. Si bien están pendientes las pruebas de ADN para establecer su identidad, hay otros indicios como para sospechar que se trata de la pareja de Marcos.
¿Cómo acabó en Cullera? Algunos investigadores de Valencia ven posible que haya llegado a la costa arrastrada por el mar desde Ibiza. El reciente temporal estuvo acompañado de un fuerte oleaje con rachas de viento que soplaban de levante. Mientras, policías baleares consideran complicado que el cadáver haya recorrido semejante distancia en poco más de un mes. Lo que parece claro, y así lo confirmó la hermana de Marcos, es que no estuvieron con los familiares valencianos como era su propósito antes de acudir a Madrid. De hecho, añadió, «no tenemos ninguna información ni pista de que pasaran por Valencia».
En cuanto al coche destrozado de Marcos «una de las posibilidades que se plantea es que ellos lo dejaran cerca de la cala por una razón que no sabemos y haya sido desguazado poco a poco en las últimas semanas». Para Marta, «es todo desconcertante» y no pierde la esperanza de poder encontrar a Marcos con vida. Si alguien conoce su paradero o puede aportar pistas en el caso debe contactar con la Policía Nacional (091).
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