La Junta desactiva el nivel 2 y los municipios del Valle llaman a la tranquilidad
Aunque su evolución es favorable, el incendio que el pasado jueves
comenzó en la parte alta de la Garganta de los Infiernos, en el Valle
del Jerte, sigue activo y la previsión es que continúe algunos días más.
Hasta última hora de la tarde de ayer, seis aeronaves seguían
trabajando para tratar de estabilizar un fuego que hoy alcanza su quinto
día y que ya ha arrasado 900 hectáreas. No obstante, son esencialmente
de matorral y monte bajo, aunque las llamas han llegado a una zona de
robledal.
Es el motivo por el que ayer tanto desde el Gobierno regional como
desde la Mancomunidad de Municipios del Valle del Jerte se quiso
transmitir un mensaje de tranquilidad. Porque el fuego, a pesar de su
duración y extensión, no está afectando a la zona turística de la
Garganta de los Infiernos ni a las poblaciones cercanas del Valle y La
Vera. Puesto que las llamas se encuentran en la parte la alta de la
sierra, en la cuerda entre los municipios cacereños de Jerte y Guijo de
Santa Bárbara. Por eso no hay peligro para las poblaciones y ha sido
desactivado el nivel 2.
La consejera de Medio Ambiente, Begoña García, insistió en que el
Valle del Jerte «sigue siendo el Valle del Jerte» al explicar que el
fuego solo afecta a un 2% de su superficie y su impacto ambiental es muy
reducido. Y aclaró que tanto los Pilones como la piscina natural de
Jerte están cerrados al público para no entorpecer las labores de
extinción.
Por eso el Valle lamenta «el alarmismo exagerado» sobre los efectos
del fuego. En este sentido, el presidente de la mancomunidad, Ernesto
Agudiez, aseguró que algunas empresas turísticas de la zona han tenido
ya las primeras cancelaciones de reservas como consecuencia de este
alarmismo.
«El Valle está totalmente normal, ya que el fuego está en la cumbre,
en una zona de montaña que, además, tiene un valor ambiental limitado».
Bernal y Agudiez se pronunciaron ayer en la misma línea que el día
anterior lo hizo el presidente regional, Guillermo Fernández Vara, tras
su visita al Centro de Operaciones Regional que el Infoex tiene en
Cáceres. Vara pidió, de hecho, que se «desdramatice» el incendio del
Jerte, una comarca muy conocida fuera de la comunidad autónoma, con
mucho gancho turístico, «porque solo afecta al uno o dos por ciento en
un terreno de escaso o nulo valor medioambiental». «No hay que levantar
falsas alarmas», añadió el presidente.
Su valoración le ha generado críticas por parte de Podemos. El grupo
parlamentario lamenta que la Junta «desdeñe los daños ambientales que ha
ocasionado y ocasionará» el incendio del Valle del Jerte y criticó, por
ello, las palabras de Vara, que «ha quitado importancia» a estos daños
ambientales.
A su juicio, los daños de un fuego como el que está sufriendo estos
días la Garganta de los Infiernos no se pueden valorar únicamente desde
un punto de vista económico, turístico o productivo. «Las alteraciones
en el hábitat que sufrirá la fauna y la erosión de la zona quemada, que
sin duda afectará a las aguas de gargantas y ríos, elementos
fundamentales de este espacio natural protegido, no deben ser desdeñadas
ni minusvaloradas», afirma Podemos en nota de prensa.
Más allá de la polémica, el objetivo es acabar con un fuego que sigue
activo. Porque la orografía de la zona afectada es de difícil acceso,
de ahí que los medios aéreos continúen llevando el peso de las labores
de extinción. Hasta una veintena de aeronaves han estado trabajando
durante todo el fin de semana. Una ardua labor, al igual que la de los
retenes terrestres, que ayer fue agradecida por la Junta, Podemos y los
municipios del Valle. En especial, la colaboración del Ministerio de
Agricultura y del Gobierno autonómico de Castilla-La Mancha.
Una colaboración que ha hecho posible que, a pesar de que siga
activo, el incendio en la Garganta de los Infiernos evolucione de forma
favorable, como ayer dijo con claridad la consejera de Medio Ambiente.
También que su principal deseo ahora, después de que el fuego sea
extinguido, es que la Guardia Civil «detenga a quien tenga que detener»
por este fuego, que ha sido intencionado.
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