Poco a poco, la situación empieza a mejorar. La Xunta ha desactivado ya las alertas por cercanía del fuego a las casas en los incendios de Arbo (Pontevedra) y Porto do Son,
en la parroquia de Baroña y que afecta a las de Xuño y Caamaño. El
primero, el más grande del verano en Galicia tras haber calcinado ya
1.500 hectáreas, quedó controlado esta mañana. El segundo ha pasado a
estabilizado esta misma tarde. Ha quemado ya unas mil hectáreas.
Entre los estabilizados se
encuentran también el de Laza, donde la superficie afectada alcanza
las 50 hectáreas rasas; y el de Avión, parroquia de Nieva (345
hectáreas).
Por controlado, la Consellería de Medio Ambiente ha dado, además del de Arbo, el fuego que se declaró este viernes en Narón, el de Cerdedo, el Santiago, que ha quemado unas 800 hectáreas, el de Catoira y
el de Crecente (300 hectáreas). También el de Cee (180 hectáreas), los
dos que durante los últimos días quemaron 630 hectáreas en Soutomaior y
el de Cotobade,
parroquia de Carballedo, que hasta las doce del mediodía de este sábado
permanecía activo y que, según las últimas estimaciones de la Xunta, ha
afectado a 54 hectáreas.
El de O Val (Narón) quedó controlado sobre las 2.15
horas de esta madrugada. Las llamas, que se extendieron también hacia
las zonas ferrolanas de Mandiá, Papoi y O Confurco, arrasaron 41,37
hectáreas, de las cuales 18,24 corresponden a zona arbolada y 23,13 a
monte raso.
Permanece activo el de Porto do Son y se han extinguido
el de Cee, que ha arrasado 180 hectáreas, el de A Laracha, con más de
20 calcinadas, y el de Caldas, que calcinó al menos 300 hectáreas de
bosque.
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