Al menos tres personas murieron y varias estaban desaparecidas tras
una repentina inundación en Texas y Oklahoma que destruyó varias
viviendas el domingo, indicaron autoridades.
El gobierno local ordenó a los residentes de la ciudad de San Marcos
(Texas) la más golpeada, a evacuar sus hogares a primera hora de la
mañana, cuando las aguas crecían rápidamente en torno a la ciudad tras
una lluvia torrencial que convirtió las calles en ríos serpenteantes.
En escenas surrealistas, se veían autos y camionetas sumergidas y la
gente flotando en sillones inflables por las calles inundadas.
El gobierno de la ciudad indicó que abrió refugios temporarios para
albergar a los residentes que no podían regresar a sus hogares.
“Hemos enviado mensajes de evacuación y oficiales de policía y
bomberos están yendo puerta a puerta a notificar a los residentes de las
áreas afectadas”, indicó la ciudad en un comunicado, que destacó que la
crecida del río Blanco había alcanzado un nivel récord, superando
niveles históricos de la década de 1920.
El inspector de bomberos Ken Bell dijo que al menos una
persona fue confirmada muerta en Texas, donde se seguía buscando a tres
desaparecidos.
Al menos dos personas murieron también en Oklahoma (sur), al norte de
Texas. Se trata de una mujer en Tulsa y de un bombero que murió en la
ciudad de Claremore mientras intentaba salvar a un residente de las
inundaciones.
El servicio nacional de meteorología advirtió que se esperaban
severas tormentas eléctricas en una larga franja de las planicies en
torno al valle del río Misisipi, además de “posibles tornados aislados,
granizo y vientos dañinos” e inundaciones repentinas desde la céntrica
Iowa hasta la sureña Texas.
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