domingo, 6 de marzo de 2016

NUEVA JORNADA INVERNAL MANTIENEN LAS ALERTAS

Cabo Busto registró ayer las rachas de viento más intensas de España y el temporal se queda al menos hasta el martes

Lluvia y bajas temperaturas a primeras horas que fueron ascendiendo a lo largo del día resumen una dura jornada meteorológica en Asturias con nevadas copiosas en las alturas, vientos fuertes en el litoral y oleaje intenso en la mar, pero sin incidentes de importancia. El puerto de Pajares, con 3,7 grados bajo cero, registró la temperatura más baja de la región, seguido por los 2,7 negativos de Degaña, y Cabo Busto marcó la racha de viento más intensa medida ayer en España, 99 kilómetros por hora. Se midieron además olas de hasta seis metros y medio frente a la costa de Cudillero y Colunga, Aller y Tineo fueron los concejos con las cantidades más altas de precipitación acumulada, seguidos por Pajares y Llanes. La nieve volvió a dificultar el tráfico de alta montaña, con el puerto del Connio y el acceso a los Lagos cerrados, catorce pasos montañosos y nueve carreteras con cadenas y Pajares vetado para vehículos pesados y con cadenas para los ligeros.
La región mantendrá hoy el nivel amarillo de riesgo moderado por olas de cuatro a cinco metros en todo el litoral al final del día y por nevadas en la Cordillera, el Suroccidente y los Picos de Europa, con la cota de nieve tendiendo a ascender de quinientos a novecientos metros a lo largo del día, los cielos muy nubosos y las lluvias persistentes en buena parte de la región. Las temperaturas no van a experimentar grandes cambios respecto a las de ayer, aunque si continuarán las heladas, sobre todo la Cordillera. El temporal se quedará unos días en la región, al menos hasta el martes. La previsión para mañana anuncia la continuidad de las lluvias, el frío y la nieve, con la cota volviendo al entorno de los quinientos metros y rachas muy fuertes de viento en la costa y la Cordillera.
CANTABRIA
El invierno continúa su frío recorrido por Cantabria, donde los efectos del viento y la lluvia -también caída en forma de granizo e incluso nieve en cotas altas- apenas ocasionaron ayer, sábado, problemas de especial relevancia. Percibido por tierra, mar y aire, el temporal dejó incidencias menores en el interior y las bellas estampas que la costa regala cuando se enfurece el Cantábrico.
En alerta naranja por fuerte oleaje, y con la flota pesquera amarrada, la mar se lució levantando olas que llegaron a superar los nueve metros empujadas por vientos que en algún momento alcanzaron rachas de 85 kilómetros por hora.
Según los datos recogidos de la boya de la Red de Vigilancia Integral de las Aguas (Vigía), que el Gobierno de Cantabria tiene instalada frente a la Virgen del Mar, las olas superaron en Santander los siete metros de altura por la noche y los nueve (9,07, exactamente) a las diez en punto de la mañana, hora a la que el aparato detectó los valores más elevados. Mar adentro, la boya Augusto G. Linares (AGL) que el Instituto Español de Oceanografía colocó a 22 millas al norte de Cabo Mayor, llegó a registrar en su instrumental olas de 6,68 metros a las nueve en punto de la mañana.
En ello tuvo su influencia el viento, que el viernes por la noche sopló con fuerza en Santander (con rachas de 85 km/h.), en el aeropuerto Seve Ballesteros y en Castro Urdiales (74), en Torrelavega (71) y en Tresviso (70).
Precipitaciones
Incesante y generalizada, la lluvia dejó ayer 37,6 litros por metro cuadrado en Soba -el valor más alto-, 36,8 en Ramales de la Victoria, 25,4 en Castro Urdiales, 25 en Santander y 28,6 en Bárcena de Cicero, municipio este último donde las precipitaciones provocaron la inundación de una pradería en el barrio de Rueda.
A diferencia de la semana anterior, cuando amenazó con el desbordamiento de varios ríos, la intensidad de la lluvia no fue ayer suficiente como para comprometer ningún caudal, según aseguraron fuentes de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC).
Sí lo fue, sin embargo, para ocasionar algunos problemas cuando se transformó en granizo o en nieve.
Como consecuencia de lo primero, bomberos del servicio de emergencias 112 tuvieron que desplazarse el viernes por la noche a la localidad de Isla, en Arnuero, para retirar a paladas media tonelada de granizo que se había acumulado en el interior de un aparcamiento subterráneo impidiendo a los propietarios entrar o salir con sus vehículos del estacionamiento.
Y producto de lo segundo, la Demarcación de Carreteras de Cantabria se vio obligada a cerrar al tráfico el puerto de Lunada (CA-643) y a recomendar el uso de cadenas en otras seis carreteras de la red secundaria; La Gándara/La Sía, Puentenansa/Piedrasluengas, Potes/Piedrasluengas, Potes/Fuente Dé, Palombera y Matanela.
 La nieve, además, mantiene activada la alerta amarilla en la comarca de Liébana, el valle de Villaverde y la Cantabria del Ebro, donde podrían acumularse espesores de entre 4 y 15 centímetros en las últimas horas si, como dice el pronóstico, la cota de nieve se mantiene entre los 600 y 700 metros.
EUSKADI
  • La presencia de nieve obliga a circular con cadenas en Urkiola y cierra al tráfico los puertos alaveses de Orduña y Opakua. Las autoridades vascas mantienen el aviso amarillo por nevadas en la cota de 600-500 metros

Tormentas, granizo e incluso nieve. Esto es lo que indicaba la previsión para hoy, una previsión que se está cumpliendo casi al pie de la letra, lo cual está afectando al tráfico. En Bizkaia, el puerto de Dima está cerrado para los vehículos articulados por la presencia de la nieve. El blanco elemento también obliga a circular con cadenas por Urkiola y con precaución por Barazar, Kanpanzar, Sollube. En Álava, Orduña y Opakua se encuentran cerrados al tráfico. Los problemas se concentran al norte de Vitoria, si bien la red principal de carreteras permanece abierta.
 Hasta el momento, el único accidente reseñable ha tenido lugar en Irún, en la carretera GI-636. En este punto se ha registrado un siniestro con cuatro heridos que han tenido que ser trasladados al hospital. La carretera permanece cortada.
Euskalmet prevé para este domingo una jornada en la que continuará el tiempo inestable e invernal en Euskadi. Los chaparrones serán frecuentes en la zona cantábrica, en ocasiones intensos y con tormenta, también con granizo. Hacia el sur las precipitaciones perderán fuste y serán menos frecuentes.
La cota de nieve se mantendrá en torno a los 500-600 metros subiendo ligeramente durante las horas centrales a 600-800 metros. El viento soplará intenso del noroeste y tenderá a aflojar al final del día. Las temperaturas se mantendrán por debajo de los 10 grados y se repetirán las heladas en puntos del interior, especialmente de montaña. El lunes, mientras tanto, ya apenas lloverá, aunque la llegada de otra masa de aire aún más frío de origen continental dejará un ambiente gélido hasta el miércoles, con valores de entre -1 y 5 grados en el interior y de entre 3 y 7 grados en la costa.

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