martes, 3 de enero de 2023

CARRETERAS CORTADAS Y GARAJES INUNDADOS CAUSARON LAS LLUVIAS EN LUGO

Siete carreteras provinciales y numerosas pistas locales se vieron afectadas, la inmensa mayoría en el centro y sur de la provincia

La intensa lluvia que descargó en la provincia de Lugo el primer día del nuevo año dejó un sinfín de incidencias que, 24 horas después, seguían aflorando.

El lunes se tenía constancia de siete vías provinciales y numerosas pistas locales dañadas por crecidas, derrumbes o árboles caídos. Uno de los casos que atañe a más personas es el de Maceda (O Corgo), donde se hundió parte de un pequeño puente que salva un cauce en la CP-1611, concretamente en el enlace de este núcleo con el corredor CG-2.2.

 La infraestructura, que quedó cerrada al tráfico en la noche del domingo y que así permanecerá durante, mínimo, un mes, condiciona a vecinos de Laxes que se dirijan a A Pobra de San Xiao –hay una pista acondicionada por trabajadores municipales que sirve de alternativa– y de Guntín que quieran acceder a la LU-546. Tendrán que ir a Nadela.

Curiosamente, hace tres años se hundió otro puente a 50 metros, que fue reparado por la Diputación de Lugo, entidad que trabaja actualmente en la reposición del firme del paseo del Rato.

En A Fonsagrada también permanece cortada la LU-P-0408, que une Freixo con As Córneas (Baleira), en el punto 3,500 debido a un gran socavón en el firme, donde un canal encauza el agua de las cunetas. Y mientras que la LU-P-1706, en Pontello dos Lobos (Castro de Rei), permanece cortada a la circulación por el hundimiento del puente el pasado 23 de diciembre, en la LU-P-1801 se producían desprendimientos de tierras en los kilómetros 7 y 20, en Chantada y Carballedo, lo que provocó problemas de acceso a los núcleos.

"Vivo en Nogueira e agora temos que llegar ata a casa por unha vía secundaria que pasa por Vilaúxe. Leva dez ou 15 minutos máis", destacaba el chantadés Raúl Fernández. Aquí la carretera se vino abajo, al igual que en Pincelo, donde fincas enteras y una casa se vieron destrozadas tras un derrumbe que este lunes tuvo las entradas y salidas cortadas y dejó sin agua a los vecinos, pues colapsaron numerosos manantiales.

Así mismo, la crecida anegó la pista de Tarrío de Novelúa (Monterroso) y en Paradela hubo que cortar la carretera de Ferrería, en Francos, al llevarse el temporal un terraplén.

Sin embargo, otras vías ya se reabrieron al tráfico, como la LU-P-2901 en O Burgo (Lugo), la LU-P-0802 en Begonte, la LU-P-5701 a la altura de Sarria, y vías locales en varios puntos de Monterroso: en Ponte dos Carros, en la pista de O Fental a Arada y en el área de A Peneda, cerrada por precaución.

Y en Martul (Outeiro de Rei), el GES de Friol retiró un árbol que atravesaba, a primera hora del lunes, la pista que lleva a Cartel.

Resaca de las inundaciones

En Chantada, los dueños de la docena de coches estacionados en la Alameda a la hora que comenzaron las inundaciones trataban de asumir lo ocurrido. Roberto Varela vio como se le quedaban sumergidos dos vehículos: "De momento non sabemos nada do seguro, aínda que a xente está mirando por medio do Consorcio de Compensación de Seguros", indicaba este vecino, que se enteró al mediodía de que la calle donde tenía aparcados ambos turismos estaba inundada. "A auga chegáballes á altura da matrícula e no interior xa tapaba a panca de marchas", destacó.

El temporal afectó además a zonas como Fruxinde, en Paradela. Una de sus vecinas, Olga López, cuenta que el agua entró en el bajo de su vivienda, un alpendre y el establo. "No baixo aínda estamos sacando auga, temos unha cociña e está nadando", relataba en la tarde de este lunes. Afortunadamente el ganado no estaba en la granja.

Por su parte, en Triacastela un desprendimiento de tierra acabó en la era de una casa de Vilavella, impidiendo la entrada por el acceso principal, mientras que en Sarria el agua causó destrozos en O Chanto, dañó un puente en las inmediaciones del CAPD y afectó a garajes, negocios y casas, como una vivienda de Vigo de Sarria donde se anegó el patio y cuyos dueños tuvieron que buscar una bomba para "vacialo". "Puxemos sacos e levantamos mobles por se acaso", decía una de las dueñas.

 En Terra Chá, Castro de Rei se llevó la peor parte y parroquias como Triabá vivieron una crecida inusual. Mónica González contaba este lunes que en las dos casas que tiene en el lugar la lluvia se colaba en su interior. "Xamais nos pasou algo así", aseguraba y aunque no tuvo que lamentar daños materiales importantes, su garaje se inundó en muy poco tiempo, por lo que pide la presencia de "persoas cualificadas para estudar por que ocorre isto". No tuvo tanta suerte otro vecino de la parroquia al que "se murieron tódas las gasllinas".

Así mismo, la vivienda de José Luis García, en Bazar, sufrió una inundación por primera vez. "A miña familia leva 100 anos vivindo aquí e nunca tal pasara", señalaba. En esta ocasión, el desbordamiento del Azúmara provocó que tuviese que sacar unas terneras de sus recintos, ya que el agua les llegaba "ata as rodillas", pero se mostraba muy sorprendido por la rapidez con la que se produjo el suceso. "En cuestión dunha hora, encharcouse a granxa e na casa chegaba a unha altura duns 40 centímetros nalgunha zona".

 Hasta diez centímetros de agua se encontró el GES de Monterroso en garajes de la Rúa Luis Pimentel y Camiño de Podente, y a 30 centímetros llegaba en una casa de Seteiglesias, donde los efectivos trabajaron incansablemente para atajar un temporal "anormal".

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