sábado, 18 de junio de 2022

AUMENTA A 13 MUNICIPIOS EVACUADOS POR EL AVANCE DEL FUEGO EN ZAMORA

El viento propaga el fuego en varias direcciones, quema más de 11.000 hectáreas de la Reserva Regional y obliga a evacuar 13 pueblos en 24 horas

las imágenes satelitales determinaban que el incendio se extendía por una superficie de 18.000 hectáreas. Eso no significa que toda esa superficie esté quemada, ya que entre los distintos focos hay “bolsas” por las que no pasa el fuego, y la superficie exacta solo se sabrá cuando el incendio esté extinguido. Los datos provisionales difundidos por la Junta de Castilla y León hablaban de unas 10.800 hectáreas quemadas, principalmente de pinar y monte bajo.

Pero también hay zonas de mayor valor ecológico que han ardido, como castañares centenarios, en Ferreras de Arriba o robledales. Y al cierre de esta edición el fuego amenazaba seriamente a “El Casal, la zona de mayor valor ecológico de toda la Sierra de la Culebra y donde se cazan los mejores trofeos, una enorme finca que pertenece a la Junta de Castilla y León.

Y por encima del drama ecológico está el drama humano. El avance del incendio, rápido e impredecible, llevó a las autoridades a ordenar la evacuación de 13 pueblos, seis durante la madrugada del viernes y otros seis a lo largo del día: Cabañas de Aliste, La Torre de Aliste, Pobladura de Aliste, Palazuelo de las Cuevas, Mahíde, San Pedro de las Herrerías, Villardeciervos, Boya, Ferreras de Arriba, Cional, Codesal, Villanueva de Valrojo y Ferreras de Abajo

Estas localidades suman una población de unas 1.700 personas, aunque hay quienes prefirieron quedarse en sus casas. En algunos casos se trataba de evacuaciones preventivas o por la presencia de ceniza suspendida en el aire que puede llegar a ser perjudicial para la salud, y no necesariamente por la proximidad del fuego.

Por pueblos como Santa Cruz de los Cuérragos o Sagallos pasó la Guardia Civil para evaluar el peligro para las personas, pero finalmente no fueron evacuados (al cierre de esta edición en la noche del viernes). En Litos el instituto armado había pedido a los vecinos que se mantuvieran en alerta y preparados por si se hacía necesario evacuar la localidad.

Alcañices y Camarzana de Tera fueron los centros de recepción para las personas desalojadas de sus pueblos, aunque los ancianos de la residencia de Ferreras de Abajo fueron recibidos en Benavente –en el pabellón de Los Salados– y los de la residencia de Villardeciervos en La Bañeza, provincia de León. El Ayuntamiento de Benavente destinará este pabellón como tercer lugar de recepción de evacuados. 

La capacidad destructiva del incendio se debe a las condiciones meteorológicas excepcionales. La tormenta seca que generó los primeros focos sucedió durante una ola de calor con temperaturas de récord, cercanas a los 40 grados, y rachas de viento de más de 40 kilómetros por hora que empujaban el viento en varias direcciones.

En la noche del jueves al viernes la velocidad del viento aumentó, superando de todas las previsiones. Esto reavivó algunos focos que ya estaban controlados: el viento levantaba del suelo materia vegetal incandescente, que es desplazada y provoca varios focos nuevos. Solo en la noche del jueves al viernes se quemaron más de 6.000 hectáreas, según explicaba ayer el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz. 

El viernes por la mañana una calma relativa permitió a los medios terrestres crear “contrafuegos” alrededor de los incendios: se trata de quemas controladas para que las llamas virulentas solo encuentren tierra quemada y no puedan ocupar más superficie.

Hacia las tres de la tarde la mayoría de los efectivos se concentraban a Villardeciervos, donde estaba la cabeza del incendio, ya que se a partir de las cuatro se preveían vientos de más de 70 kilómetros por hora desde el sur, que podrían extender el frente en dirección norte, algo que se pretendía evitar.

Finalmente, a lo largo de la tarde el fuego creció en dirección a Villardeciervos y entró en el casco urbano quemando una casa deshabitada y un tejadillo, y obligó a desalojar los pueblos vecinos de Cional y Codesal. 

Por otro lado, la llegada del frente a Villardeciervos obligó a Medio Ambiente a desalojar su propia base aérea en este municipio, ante el riesgo de que el fuego hiciera explotar el tanque de combustible para los helicópteros.

Paralelamente, otro foco más al sur se fue acercando con gran virulencia hacia Ferreras de Abajo y Litos. La Junta ordenó la evacuación de Ferreras de Abajo y el corte de la circulación en la carretera N-631.

 En este momento se encuentran actuando sobre el terreno 92 medios, de los cuales 23 son medios aéreos (17 helicópteros, 4 aviones y 2 aeronaves de coordinación). Unos cuatrocientos profesionales colaboran en las labores de extinción.

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