En la zona se encuentran bomberos del 112 del parque del Valdáliga, apoyados por voluntarios de Protección Civil de Cabezón de la Sal y Mazcuerras
Las fuertes lluvias han provocado el desbordamiento del río Saja a su paso por Villanueva de la Peña, Mazcuerras, donde han ten ido que ser desalojadas ocho viviendas, en las que entró el agua destrozando en gran media las estancias y el mobiliario.La crecida del agua se precipitaba a las seis de la tarde, cuando el caudal del río sobrepasó el muro de roca situado al pie de la ermita Virgen de la Peña. Desde ese momento, el agua no paró de crecer hasta alcanzar una altura de entre medio metro y un metro y medio de altura, según las zonas.
Efectivos de los bomberos del 112 del parque de Valdáliga, Protección Civil y la Guardia Civil de Cabuérniga tuvieron que intervenir cortando el acceso a la localidad por la carretera CA-283.
«De repente vi que el agua entraba en mi casa. Intenté frenarla poniendo ladrillos bajo la puerta, pero no sirvió de nada. En pocos minutos, el agua cubría 40 centímetros, la cama estaba flotando y se fue la luz», explicaba uno de los vecinos afectados, José María Valdés, de 67 años. Este vecino tuvo que ser desalojado por los bomberos y fue trasladado al hospedaje Los Abetos, donde pasó la noche.
Además de este vecino, otras siete familias fueron desalojadas y reubicadas en casas de sus familiares, entre sus miembros había una menor, que fue sacada a hombros por su abuelo.
«La crecida del río se fue notando desde el martes pasado», según explicó el alcalde de la localidad, Javier Camino, que ya estaba en alerta. No fue hasta las seis de la tarde de ayer, cuando se expandió el caudal, sobrepasando el puente.
Las casas afectadas son las que están situadas en la ribera del río, por lo que «es frecuente ver pequeñas inundaciones», dicen los vecinos. Pero, «una crecida de esta magnitud no se producía desde junio de 2010», recordó el alcalde, que se desplazó hasta el lugar del suceso con un tractor e intentó achicar el agua con la bomba, «pero entraba demasiada y no servía de mucho».
También los vecinos se sumaron al operativo para colaborar en las labores para levantar diques, andamios y activando las bombas para retirar el agua.
A las ocho de la tarde la inundación empezó a bajar, pero la previsión de lluvia durante la noche mantuvo la alerta de inundación activada sobre Mazcuerras.
Algunos de los vecinos que contemplaban lo ocurrido criticaron que «la falta de limpieza del río, lleno de árboles caídos lo favorece», se quejaban. «Tampoco se entiende que autoricen construir en zonas inundables», apuntó otro.
Por su parte, el alcalde explicó que el suceso «es triste, pero la naturaleza es caprichosa y cuando el río viene crecido, aunque pongamos los medios y se acometan actuaciones, no se puede evitar. No hay que hacer demagogia», insistió. «Nuestros mayores vieron muchas veces inundado en este punto», aseguró.
La situación que más preocupa en estos momentos es la evolución del caudal de los ríos. Técnicos de la Dirección General de Protección Civil del Ejecutivo y personal del 112 están realizando un seguimiento intensivo de la evolución de aquellos que presentan caudales elevados, especialmente el Deva a su paso por Molleda; el Saja en Cabezón de la Sal y Virgen de la Peña; el Besaya en Los Corrales de Buelna; el Pas en Corvera de Toranzo, Piélagos y Bezana, y el Asón en Ramales de la Victoria y Ampuero.
Para realizar valoraciones visuales desde el 112 se ha movilizado a zonas en riesgo a técnicos de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, a voluntarios de las agrupaciones de Protección Civil de distintos municipios y a agentes de la Policía Local.
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