martes, 19 de julio de 2016

CINCO BRIGADISTAS SUFREN QUEMADURAS AL SER ACORRALADOS POR EL FUEGO EN RIBAS DE SIL

 El herido más grave es el conductor de un camión, que fue hospitalizado en A Coruña
Cinco trabajadores de los servicios forestales resultaron heridos ayer en el municipio lucense de Ribas de Sil mientras participaban en las tareas de control de un incendio. El fuego calcinó además un todoterreno y un camión cargado de agua en una pista forestal situada apenas a unas decenas de metros de la vía del tren Palencia-A Coruña. Otro camión volcó cuando su conductor trataba de incorporarse a las tareas de extinción. Tres de los heridos sufren quemaduras y el que está más grave tuvo que ser trasladado al Hospital A Coruña.
El incendio no es especialmente grande, pero se produjo en una zona peligrosa. Se trata de un terreno en pendiente salpicado de fincas particulares en las que se intercalan pinos de repoblación y maleza, y que están cruzadas por pistas forestales que en algunos casos no se encuentran en buen estado de limpieza.
La alerta por este incendio saltó a las cuatro menos cuarto de la tarde de ayer. Las primeras llamas aparecieron muy cerca de las casas del barrio de San Román, en las afueras de San Clodio, la capitalidad municipal de Ribas de Sil. Desde ahí avanzaron ladera arriba y en dirección oeste, hacia la parroquia de Rairos y en paralelo a la vía del tren y la carretera N-120.
En esos primeros momentos, el fuego se propagó con rapidez gracias al fuerte calor y a la abundancia de vegetación seca en el monte. Los trabajadores que sufrieron quemaduras son un técnico y un agente forestal del distrito de Monforte y el conductor de un camión motobomba. El fuego los sorprendió en una pista forestal en la que se habían adentrado, primero el todoterreno del técnico y del agente y detrás el camión. El camino no tenía salida y era demasiado estrecho para que ninguno de los dos vehículos pudiese maniobrar y dar la vuelta. Sobre el terreno, da la sensación de que las llamas no les dejaron tiempo para intentar escapar marcha atrás. El todoterreno quedó justo en el punto en que termina el camino.
El herido más grave es el conductor de la motobomba, que fue trasladado a la unidad de quemados del Hospital A Coruña. El técnico y el agente fueron atendidos en un primer momento en el centro de salud de Quiroga y después enviados al Hospital Comarcal de Monforte.
Al cierre de esta edición continuaba activo un incendio forestal que se inició a primera hora de la tarde de ayer en la parroquia de Torno en el concello ourensano de Lobios. Afectó, hasta ese momento, a más de 35 hectáreas de monte arbolado y en el lugar trabajaron cuatro agentes forestales, 13 brigadas, ocho motobombas, una pala, cinco helicópteros y dos aviones.
Golpe de calor en Ourense
El intenso calor que hizo ayer en Ourense y la intensidad de las llamas provocaron que uno de los peones que trabajaba en la extinción del incendio tuviera que se trasladado al centro de salud de Bande, por un golpe de calor, aunque en pocas horas fue dado de alta.
En la parroquia de Lebozán, en Lalín, un incendio arrasó ayer al mediodía 21,3 hectáreas, en su mayoría de monte raso. Medio Ambiente envió un avión anfibio para trabajar en la extinción.

 La consellería atribuye lo sucedido a un cambio brusco en el viento
Un cambio en el viento provocó una variación brusca en el sentido en que avanzaban las llamas. Esto es, según la Consellería de Medio Rural, lo que provocó el episodio más grave del incendio de ayer. En el incendio forestal más accidentado de lo que va de verano resultaron heridos también el peón de una brigada contraincendios que sufrió un golpe de calor y el conductor de otro camión motobomba que volcó en un camino forestal.
De acuerdo con la información facilitada por la consellería, el incendio de San Clodio quedó controlado a las ocho y cinco de la tarde. Las estimaciones oficiales apuntan a que la superficie calcinada en ese momento rondaba las quince hectáreas. Son datos todavía provisionales.
Agua del río Sil
En el control del incendio fue fundamental la intervención de un hidroavión y cuatro helicópteros, que podían hacer pasadas continuas gracias a la proximidad del cauce del Sil. Sobre el terreno trabajaron una pala, cuatro motobombas y nueve brigadas de bomberos forestales, coordinados por dos técnicos y cuatro agentes.

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