sábado, 9 de octubre de 2021

NOCHE DE DESTRUCCIÓN EN LA PALMA

A las tres de la mañana se empezó a desparramar por la ladera y cubrió una gran parte de ella en menos de un minuto
 

El volcán de Cumbre Vieja, después de haber entrado en una fase explosiva especialmente fuerte durante la noche del jueves, el viernes se desbocó. Poco antes de la medianoche el estruendo era más ensordecedor de lo habitual a la altura de la iglesia de Tajuya, uno de los miradores habituales de todos los curiosos que quieren ver el volcán y también el punto donde se reúnen los investigadores del Instituto Geográfico Nacional.

A la una de la madrugada de este sábado se empezó a ver cómo un gran flujo de lava discurría por la ladera norte del cono. Esto supone una novedad respecto a las coladas que había soltado el volcán hasta ahora, que se habían dirigido hacia el oeste muy rápidamente. A las tres de la mañana se empezó a desparramar por la ladera y cubrió una gran parte de ella en menos de un minuto. La masa de lava saltaba dentro del cráter y volvía a caer dentro como si fuese el aceite de una freidora.

Después de aquello, en un poco menos de dos horas, la nueva colada empezó a mirar un poco hacia el oeste y comenzó a invadir el polígono industrial de La Laguna.

A partir de ahí la lava comenzó a sembrar la destrucción por toda la zona. Afortunadamente no hubo que lamentar ninguna víctima, porque toda el área se encontraba dentro de la zona de exclusión y estaba previsto que pudiera haber coladas que llegaran hasta ahí.

El avance imparable de la lava sobre el polígono dejaba ver llamaradas cada poco tiempo, presumiblemente edificios o infraestructuras que se iban quemando. Por ejemplo, se vio como varias torres de alta tensión se fundían en pocos momentos.

Lo más impresionante del poder destructivo del volcán quizá fue ver cómo en cuestión de cinco minutos un gran edificio blanco, que unos vecinos de la zona describieron como un almacén de muebles, desaparecía bajo el magma.

Esto último ocurrió en torno a las 5.30 horas (6.30 en la Península), y apenas 15 minutos más tarde se derrumbó una buena parte del norte del cono, provocando otra gran difusión de lava por la ladera.

Agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad desplazados en la zona explicaron que había constancia de al menos dos naves destruidas por completo, aunque a primera vista por la cantidad de fuegos que se veían podrían ser más. Estas mismas fuentes insistieron en que no hay previstas nuevas evacuaciones en las poblaciones del valle.


 

 

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