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miércoles, 6 de enero de 2021

UNA MUJER MUERTA 3 HERIDOS GRAVES POR INCENDIO EN RESIDENCIA DE ANCIANOS DE SEVILLA

El fuego se habría originado en la tercera planta del inmueble, que ya ha sido desalojado

La crueldad quiso posarse anoche en el tejado de una residencia de ancianos de Sevilla. En la noche de las ilusiones y de la magia que convierte a los adultos en pequeños por unas horas, un fuego lo desbarató todo por completo, transformando la dulce espera en una tragedia descarnada.

Una mujer octogenaria (89 años) fallecía en el incendio declarado en una residencia de ancianos situada en la calle Baltasar Gracián. El terrible suceso deja además 18 personas hospitalizadas, al menos cinco heridos graves y 78 personas realojadas en otras residencias y casas de familiares. Estas últimas fueron atendidas en el Pabellón San Pablo de la capital, donde se habilitado un espacio en la misma cancha de baloncesto para hacer un triaje y evaluar su estado. Aquellos ancianos que presentaban peor pronóstico fueron derivados directamente desde la residencia al hospital Virgen Macarena y Virgen del Rocío. Muchos de ellos presentaban afecciones por inhalación de humo. Tras la valoración médica, los que no necesitaron asistencia médica fueron trasladados a otras residencias.

 El peor de los presagios de los vecinos, que vieron en cuestión de minutos cómo su calle se llenaba de camiones de bomberos, se cumplió. Debido a la gravedad del incendio, todas las dotaciones de bomberos que estaban de servicio anoche en Sevilla fueron enviadas a este punto de la Huerta Santa Teresa, en el distrito San Pablo-Santa Justa.

 La residencia donde se declaró el fuego pasadas las diez y media de la noche se llama Adorea-DomusVi y tiene 166 plazas de residentes. Es privada y sólo tiene concertadas 17 de las 30 plazas que dispone de centro de día. Estas instalaciones ya fueron noticia el año pasado porque fue una de las más afectadas por el Covid-19 durante la primera ola. En el mes de abril se produjo un brote en sus instalaciones que provocó la muerte de 16 ancianos, lo que obligó a la Junta de Andalucía a intervenir el recinto, que está formado por dos alas, una para dependientes y otra para mayores con autonomía. El brote se produjo en la zona de dependientes, donde la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores, Foam, llegó a contabilizar hasta ochenta contagiados.

 El incendio, que quedó controlado en una hora aproximadamente, fue muy visible desde el exterior. A través de las ventanas del inmueble se veían salir columnas de humo negro. La cuenta oficial de Emergencias Sevilla en twitter lanzaba un mensaje poco antes de las 23.30 horas en el que se informaba de que había un operativo de emergencias y que era necesario «despejar las vías para acceso y salida de los servicios de emergencias». Se pedía que se evitara circular por la zona para facilitar el tráfico de vehículos como ambulancias y camiones de bomberos.

Los vecinos, volcados

El papel de los vecinos fue muy importante en la atención de las víctimas. Muchos de los residentes próximos al lugar del incendio se echaron a la calle en una noche gélida y tan especial como la Noche de Reyes para ayudar a los ancianos que iban evacuando. Algunos traían mantas, otros los trasladaban a los portales más cercanos para resguardarlos del frío. En la puerta de la residencia se mezclaban los familiares, con vecinos y los servicios de emergencias, que se desvivían por atender a las personas mayores que salían mucha de ellas en sillas de ruedas y con mascarilla de oxígeno. Las imágenes eran muy impactantes y poco o nada tenía que ver con la tranquilidad y el silencio que se respiraba poco antes de declararse la emergencia, cuando en los hogares se afanaban los adultos en acostar a los más pequeños a la espera de la mañana más deseada. El contraste con la tensión que se vivió momentos después fue demoledor.

Los vecinos de la zona ya avisaban a este periódico de la gravedad del incendio antes de que, desgraciadamente, se conociera el fallecimiento de una de las ancianas. Así, Manolo explicaba que, al pasar por la puerta se encontró que «había un incendio muy grande. Era fácil imaginarlo por la cantidad de coches de policías y bomberos que había. En la calle Sinaí, que estaba cortada, se veían a lo lejos al menos cinco coches de la Policía Local y dos de la Policía Nacional. Creo que he podido contar también otros cinco camiones de los bomberos».

Asimismo, indicaba que «la gente estaba muy nerviosa, pero los vecinos han bajado de sus casas para ayudar. La gente pedía muchas mantas para los ancianos, ya que hacía mucho frío en la calle. Ha tenido que ser algo muy grave por todo el despliegue que había. También han empezado a llegar familiares de los ancianos de la residencia, por lo que se han vivido momentos de caos». Unas declaraciones que se recogían poco antes de que se conociera la peor de las noticias.


Columnas de humo

Por su parte, Juana, vecina también del barrio que vive al lado de la residencia, explicaba a ABC cómo la noticia le llegó en forma de sirena. «Me pilla detrás de mi casa y no han parado de pasar camiones de bomberos. Estaba todo lleno de policías. No paraba de salir humo, era impresionante. Han comenzado a llegar los familiares corriendo y se han escuchado aplausos porque estaban consiguiendo sacar a los ancianos de la residencia. Ha sido algo brutal. Desde fuera se veían las linternas por dentro intentando llegar a todos los residentes para poder sacarlos a la calle. Desde mi casa no veía llamas, pero sí muchísimo humo».

Para Ángel como al resto de vecinos de la zona les va a costar trabajo olvidarse de esta víspera de Reyes tan amarga. «Hemos comenzado a escuchar muchas sirenas cuando nos íbamos a acostar ya con los niños en esta noche de Reyes Magos. Todo se ha vuelto ruido cuando el silencio reinaba ya en el barrio».

 Antes de la medianoche la residencia quedaba desalojada por completo y la actividad se trasladaba a los hospitales y al Pabellón de San Pablo, donde los sanitarios atendían a los ancianos que no habían sido derivados a centros hospitalarios y que habían trasladado allí en autobuses tussam. La mayoría no había sufrido percances de importancia, pero necesitaron de atención sanitaria por cuadros de ansiedad y nerviosismo. La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación. Un equipo de la Científica se encargará en las próximas horas de tomar vestigios en el lugar donde se originó el fuego.


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