La Guardia Civil investiga el hallazgo del cadáver de un varón en un paraje rural de la barriada de Campohermoso (Níjar). Unos vecinos descubrieron los restos la tarde del martes cerca de una granja y alertaron a los agentes.
El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición tras semanas abandonado en el campo, en una zona rodeada de matorral, y no presentaba signos aparentes de violencia.
Los restos pasaron al Instituto de Medicina Legal de Almería para la realización de las pruebas forenses este miércoles, claves para la identificación completa del fallecido.
No obstante, la principal hipótesis apunta a Francisco Soto, un vecino de 67 años de edad en paradero desconocido desde el pasado mes de mayo. Según fuentes del caso consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA, la fisonomía de los restos cadavéricos, la data aproximada de la muerte, algunos enseres personales que portaba y el lugar del hallazgo, relativamente cerca de la residencia, centran la investigación sobre Francisco Soto.
Dispositivo de búsqueda
La pista sobre el anciano se perdió la noche del 18 de mayo de 2017 en el geriátrico nijareño. El varón tenía problemas de salud y sus familiares lanzaron una alerta desesperada para pedir auxilio a autoridades y vecinos en su búsqueda.
En el rastreo participaron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Níjar. También se sumaron Protección Civil de Diputación Provincial de Almería, Carboneras, Níjar, Turre y Garrucha con una veintena de voluntarios, varios vehículos y un perro, así como dos unidades caninas y un helicóptero del Plan Infoca (Medio Ambiente de la Junta de Andalucía).
Curiosamente, el entorno de la residencia fue la primera zona de exploración tras la alerta de la desaparición de Francisco Soto, aunque su rastro se perdió hace meses sin resultados.
Los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Almería (Ciudad de la Justicia) tomaron muestras al fallecido para tratar de confirmar con total certeza la identidad del fallecido.
Además, los análisis podrán aportar datos sobre las causas de la muerte, aunque se han descartado signos de violencia.
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