El tiroteo fue perpetrado por una sola persona, que falleció en el encuentro con las fuerzas de seguridad que acudieron al centro educativo. Al parecer, el sospechoso era vecino de la misma localidad y tenía 18 años
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La implacable repetición de los tiroteos en escuelas estadounidenses
Las matanzas con armas de fuego se han convertido en una tragedia rutinaria en EE.UU. Pero el dolor y la consternación se sienten todavía más cuando se producen en centros educativos y tienen como víctima a niños. Fue el caso del tiroteo que acabó este martes con la vida de 19 niños y tres adultos, entre ellos el asaltante, en un colegio de educación primaria en Uvalde (Texas). Los menores que estaban en clase eran de segundo, tercero y cuarto de primaria.
Un joven de 18 años se personó en la escuela y abrió fuego contra estudiantes y docentes. El gobernador de Texas, Greg Abbot, confirmó que la matanza fue perpetradla por un solo sospechoso y que actuó en solitario.
«Disparó y mató de forma horrible, incomprensible, a catorce estudiantes y a un docente», dijo Abbott cuando se conocieron las primeras víctimas, que detalló que el sospechoso falleció durante el encuentro con las fuerzas de seguridad que acudieron a la escuela en cuanto se supo del incidente.
Además de las víctimas mortales, se registraron múltiples heridos. El gobernador aseguró que dos agentes de policía fueron heridos por disparos del sospechoso, pero no revestían heridas de gravedad.
Las autoridades identificaron al sospechoso como Salvador Roland Ramos, estudiante del instituto de Uvalde, una localidad e 15.000 habitantes en el suroeste de Texas, a hora y media de San Antonio. El 75% de los habitantes de Uvalde son hispanos, así como el 90% de los estudiantes de sus centros educativos.
Ramos, según explicó Abbott, llegó en un coche a la Escuela Elemental Robb de Uvalde con una pistola y, posiblemente, un rifle. El gobernador texano también aseguró que había informaciones de que, antes de acudir a perpetrar la matanza, el sospecho asesinó a su vez a su abuela.
El gobernador calificó lo ocurrido de «tragedia horrible» y pidió a los texanos que «muestren su apoyo inquebrantable a los que están sufriendo».
Otras matanzas en las escuelas estadounidenses
Su estado no ha olvidado otra matanza reciente. Ocurrió en otra ciudad del suroeste, El Paso, en 2019. Un joven de 21 años mató a 23 personas, la mayoría de ellos hispanos, en un crimen con motivación racista.
Algo similar ocurrió a comienzos de este mes en en Búfalo (Nueva York), cuando otro adolescente acabó con la vida de diez personas en un supermercado de un barrio negro impulsado por teorías radicales del supremacismo blanco.
Los nombres de las tragedias en centros educativos, sin embargo, están tatuadas en la memoria colectiva estadounidense: Columbine (1999, 13 muertos), Virginia Tech (2007, 33 muertos); Sandy Hook (2012, 26 muertos); Parkland (2018, 17 muertos).
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