Las llamas comenzaron en la zona de trasteros y bajo cubierta y durante las labores de extinción se temió por el derrumbe de la fachada
Un grave incendio declarado en la zona de trasteros y bajo cubierta de un edificio, en su mayoría okupado, de la calle Vázquez de Mella, esquina con Ramiro I, provocó ayer el derrumbe del tejado. Todo ocurrió pasadas las dos de la tarde cuando los residentes se percataron de que había llamas en la última planta. De inmediato dieron aviso a los servicios de emergencias que se personaron acto seguido en el lugar, una señora tuvo que ser desalojada.
Se trata de Begoña Pérez, única residente que vive de forma legal en el inmueble , quien siguió la labor de los bomberos desde la calle. Allí mostró su preocupación: «No sé dónde tendré que pasar la noche ni qué voy a hacer». A continuación, aseguró que «había mucho movimiento de gente por esos pisos, ya que tuvieron que venir los bomberos hace un par de días».
Otra mujer que okupa una de las viviendas «estaba durmiendo la siesta cuando la Policía me pidió que saliera de la casa». Lo hizo preocupada porque en el interior guardaba «todas mis cosas dentro: el dinero, los papeles...».
Las causas de las llamas se desconocen por el momento. Tal fue su virulencia que para la extinción se emplearon cuatro horas y se llegó a pensar en el desplome de la fachada. Finalmente, no llegó a suceder. Eso sí, provocó el derrumbe del tejado y la calle fue cortada por la Policía Local para facilitar las labores de extinción, una situación que provocó numerosos atascos hasta en la avenida de Santander.
Asimismo, el alcalde, Alfredo Canteli, junto al concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado, se acercaron hasta la zona para supervisar las labores de extinción. Allí mismo, el primer edil declaró que «lo importante es que solo hay que lamentar daños materiales».
Durante la visita conversó con varios vecinos para conocer su situación y mostrarles su apoyo.
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