España registra 767 muertos con coronavirus tras sumar 169 en las últimas 24 horas
El colapso del sistema por la epidemia de Covid-19
ha obligado a Sanidad a echar mano de sanitarios jubilados y
estudiantes para tratar de contener al coronavirus. El ministro,
Salvador Illa, ha anunciado este jueves la incorporación de 30.000
profesionales, que su departamento ha elevado a 50.000 en un comunicado
oficial posterior, entre residentes MIR, médicos y enfermeras (el
colectivo se autodenomina en femenino) licenciados sin plaza y
retirados, y estudiantes de último año de ambas carreras.
Serán,
según el ministerio, 7.633 médicos residentes R4 y R5 (de último año de
formación) de todas las especialidades que verán prorrogado su contrato
para continuar desarrollando su labor en los servicios de salud; casi
11.000 profesionales médicos y de enfermería que realizaron pruebas
selectivas especializadas y se quedaron sin plaza; 14.000 profesionales
jubilados en los dos últimos años podrán incorporarse en función de las
necesidades asistenciales. Por último, informa el ministerio, están
disponibles para prestar tareas de apoyo 10.200 estudiantes de
Enfermería y 7.000 de Medicina de último curso. Las comunidades
autónomas, de las que dependen estas contrataciones, ya tienen listas
con este personal. Illa ha asegurado que recibirán 200 millones de euros
adicionales a los que ya se habían anunciado.
Los sindicatos miran esta cifra con escepticismo. “Los médicos
residentes no acaban su contrato hasta mayo o junio, así que hasta
entonces no habría nada que prorrogar. Y si sigue la alerta, a los que
estén en último año deberían hacerles un contrato de especialistas, no
alargar el que ya tenían de residentes”, matiza Sheila Justo, de la
Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). Con respecto a las
enfermeras, “la mayoría de las que hicieron la prueba para especialidad
están trabajando ya en enfermería general, no sucede como con los MIR”,
añade José Luis Cobos, del sindicato de enfermería Satse.
En cualquier caso, ven con buenos ojos este refuerzo al
sistema, siempre que se priorice a profesionales con experiencia. “Se
pueden reorganizar residentes de otras especialidades para que atiendan
Covid-19. Esto será preferible a que se tire de estudiantes o
licenciados que, además de requerir una supervisión que puede incluso
obstaculizar los procesos, parten de deficiencias como que no saben usar
los sistemas informáticos. No es el momento de hacer prácticas”, afirma
Justo. Cobos también opina que las enfermeras de último año de estudio
deben ser el último recurso y nunca pueden estar expuestas en primera
línea. Ambos aconsejan que, de ser imprescindibles, hagan tareas como
atención telefónica o de información.
Pablo Lara,
presidente de los decanos de Medicina, explica que aunque aún no se
están contratando estudiantes, existen listas de voluntarios de
estudiantes. La orden ministerial de recursos humanos
para hacer frente a la pandemia contempla en su punto sexto la
contratación de alumnos de último curso de estos dos grados durante tres
meses. El alumno, según la orden, podrá ser contratado con la modalidad
de auxilio sanitario en calidad de apoyo y bajo la supervisión de un
profesional sanitario.
Lara, decano también en la Universidad de Málaga, no se opone a la
medida pero cree que debería ser el remedio excepcional: “Lógicamente no
van a irse a urgencias a atender a los contagiados, tienen que estar en
otras especialidades supliendo. Deberían ser el último recurso a la
hora de contratar. Es verdad que en ese último curso son cuasimedicos y
cuasienfermeros, pero aún no lo son”. Lara recuerda que “hay un
contingente muy importante de médicos" que han hecho el examen de
internos residentes (MIR) de Medicina y de Enfermería (EIR) que acaba de
aprobar el examen e iban a elegir plaza en abril. “7.600 médicos han
sacado una plaza de MIR y son casi 10.000 si se cuenta los que han
pasado la nota de corte”, subraya Lara. El EIR, por su parte, lo han
superado 6.600 enfermeras en esta última convocatoria.
Lara remarca la importancia de la seguridad de sus estudiantes, una
preocupación que comparte Cristina Monforte, presidenta de los decanatos
de Enfermería: “Hacemos un llamamiento a la prudencia, que si les toca
actuar sea siempre bajo unas condiciones de seguridad adecuada”. La
también decana de Enfermería de la Universidad Internacional de
Catalunya se enorgullece de la respuesta estudiantil: “Cuando salió el
decreto los estudiantes empezaron a preguntar en las facultades cómo
podían ayudar. Creo que estamos haciendo muy buena labor”.
En China, donde la pandemia del coronavirus ha conseguido frenarse,
no se ha contado con los estudiantes de Ciencias de la Salud en ningún
momento. China incorporó al sistema a sistema sanitario a los médicos
militares, que son legión, y desplazaron a las zonas más afectadas a
profesionales de otras áreas con pocos infectados, informa Macarena Vidal.
En Italia tampoco han echado mano de los estudiantes
de último curso. El pasado lunes el Gobierno estableció que solo el
título universitario sea suficiente para ejercer la medicina, cuando
hasta la fecha se tenía que pasar por un MIR. De esta manera pretenden
incorporar a 10.000 médicos, informa Lorena Pacho.
Helena Legido-Quigley, experta en sistemas de salud de la London School
of Hygiene and Tropical Medicine, asegura que los recortes que sufrió la
sanidad española durante la crisis, tanto en personal como en
infraestructuras, no se ha repuesto desde entonces y que eso pasará
factura durante este brote.
169 muertos en un día
En su conferencia de prensa diaria, Fernando Simón,
director del Centro de Coordinación de Emergencias Sanitarias, que ha
informado de que en las últimas 24 horas, España ha sumado 3.431 nuevos
casos de coronavirus, un incremento aproximado del 25%, y 169 muertos,
un 28% más. En total, son 17.147 los contagios registrados y 767 los
fallecidos desde el inicio de la crisis. 939 personas están ingresadas
en Unidades de Cuidados Intensivos, 165 más que el día anterior (un 21%
más), y se han curado ya 1.107.
Sobre los fallecimientos
en residencias de ancianos, el portavoz de Sanidad ha explicado que se
está trabajando en “una orden muy estricta” para proteger estos centros.
“Antes de que se tomaran las medidas en las comunidades autónomas había
una recomendación de que se redujesen los riesgos”, ha recordado Simón.
“Tenemos información de al menos tres fallecidos en personas menores de 65 años. El impacto en estas personas jóvenes es menor, pero no quiere decir que no haya casos graves”, ha explicado el director del Centro de Coordinación de Emergencias Sanitarias.
Con respecto a los nuevos tests rápidos que para detectar el virus
entre poblaciones con síntomas leves que ya no estaban figurando en las
estadísticas, Simón ha dicho que son “antigénicos que detectan el
virus, no las defensas que nosotros generamos contra el virus”. Con
ellos, ha añadido, se pueden obtener resultados en 10 o 15 minutos, pero
para obtener la muestra es necesario que lo haga un profesional. Está
previsto que se empiecen a hacer esta semana.
Simón ha
insistido en la importancia de cumplir las normas de confinamiento. “La
gente tiene que entender lo que significa la cuarentena. Implica evitar
el riesgo de contacto entre personas, para que no haya transmisión”.
“Tenemos que ser muy conscientes de que cuanto mejor lo hagamos ahora
más rápida será la vuelta a la vida normal”.