martes, 9 de julio de 2019

HUNDIMIENTO DE LA A-67 CAUSA GRANDES ATASCOS EN TORRELAVEGA - CANTABRIA


El hundimiento de un carril en la autovía, a la altura de Barreda, ha obligado al corte total de la vía 

 La DGT está desviando la circulación por Requejada  

En la carretera nacional también hay ocho kilómetros de retenciones

Los conductores que han circulado -y lo siguen haciendo- por la A-67 en dirección a Palencia se han encontrado retenciones kilométricas que les llevan a estar incluso dos horas esperando para poder continuar con la marcha. El paso por las carreteras del Besaya está completamente atascado. La A-67, con cuatro kilómetros de retenciones (hasta seis esta mañana), la N-611, con once, desde Barreda a Polanco, y la CA-232, desde Requejada hasta Puente Arce. «Llevo hora y media retenida en la autovía. No sé qué ha pasado. Es un caos», decía esta mañana una de las conductoras atrapadas.


El motivo del tapón de coches es un hundimiento de la calzada al llegar a la altura del punto kilométrico 185, encima de Barreda, donde se están realizando obras en la A-67 y la A-8 para ampliar los carriles de entrada a Torrelavega, que ha obligado a hacer un corte total de la carretera. La obra estaba centrada en la construcción de un muro de tierra armada y hormigón que con la tormenta de esta noche y la entrada de agua se ha desprendido. «Ha llovido mucho y una parte del talud de tierra se ha ido abajo», explican responsables de la obra.

El hundimiento del carril se ha producido cerca de las cinco de la madrugada, lo que ha obligado a cortar el tráfico hacia Torrelavega en la Autovía del Cantábrico por «precaución» y a desviar a los vehículos por la carretera nacional N-611 -donde también se están produciendo retenciones desde el kilómetro 179,5 al 191- y la CA-330 desde el enlace de Polanco, única opción por el momento.


En estos momentos se dan condiciones aún «difíciles» para la circulación y hay seis kilómetros de retenciones, desde el punto 187 al 191 en Mogro. «Llevo una hora y media atascado. Ahora mismo estoy a la altura de Gornazo. Aquí nadie informa de nada. No sabemos qué ha pasado. Los conductores están saliendo de los vehículos y se preguntan qué ha podido ocurrir para que no nos movamos», señala otro de los conductores atrapados. Es autónomo, tenía que estar a las nueve de la mañana en su puesto de trabajo, «y no he visto a nadie que informe de lo ocurrido. Si nos lo llegan a decir podríamos haber tomado otra vía», añade. Sin embargo, todas las vías están colapsadas. Ahora mismo la circulación es lenta por cualquiera de las carreteras alternativas.


Otro conductor se pregunta por qué si el hundimiento se produjo a las cinco de la mañana no se evitó el atasco antes. «Si lo llegamos a saber no nos metemos en la boca del lobo», dice.
Mientras, los operarios comenzaron a primera hora de la mañana las obras para rehacer el carril, cuya grieta abarca 20 metros de carretera. Las máquina ya están trabajando moviendo la tierra desprendida en el barrio colonia La Palmera, en Barreda. Los responsables de la actuación no se atreven a fijar un plazo para la reapertura de los carriles -«porque no sabemos todavía cómo se hará la colocación de la escollera», explican- pero creen que mañana por la mañana podrá estar listo. «Probablemente en el transcurso de esta noche», añaden. Sin embargo, el concejal de Seguridad en el Ayuntamiento de Torrelavega, Pedro Noriega, cree que hasta mañana miércoles por la tarde no se podrá abrir el carril.

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