jueves, 24 de enero de 2019

INTENSAS TORMENTAS VUELVEN ANEGAR ASTURIAS

El desbordamiento de ríos obliga a evacuar el Hospital de Arriondas y afecta las comunicaciones. 

Se cortaron el tránsito ferroviario de Feve, la rampa de Pajares, varias cercanías de Renfe y 22 carreteras de la región

En Asturias llueve sobre mojado. Siempre que hay una alerta por fuertes lluvias, la región se prepara para quedar prácticamente paralizada. Y esto volvió a ocurrir ayer, con la evacuación preventiva del 38 pacientes del Hospital de Arriondas y 20 personas de una residencia geriátrica de dicha localidad, el corte total de los servicios ferroviarios de Feve, el cierre de la rampa de Pajares, varias líneas de cercanías de Renfe con problemas y 22 carreteras, tanto de la red regional como de la nacional, cortadas por lo que las autoridades denominan «incidencia meteorológica» y que generalmente suele coincidir con argayos, desbordamientos de ríos o generación de balsas de agua. A esta situación se unió un fuerte temporal de mar, que azotó la costa con olas de hasta 7,23 metros de altura pero que durante todo el día rondaron los seis metros.

Un panorama ya muy conocido y reiterativo para los asturianos, que ponen sus ojos en especial en la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) por no limpiar adecuadamente los cauces de los ríos. El problema es que la CHC y los ayuntamientos no se ponen de acuerdo en quién debe limpiar determinados ríos. Desde finales de septiembre los responsables de la Confederación acometen la limpieza de «uno o dos ríos» a la semana. Algo que a todas luces es insuficiente. Para más 'inri', el plan para proteger a Arriondas de los efectos de las avenidas del río Piloña, redactado por la CHC a finales de 2015, todavía está pendiente de tramitación. Y eso que en junio de 2010 ya hubo que evacuar el Hospital de Arriondas en una situación mucho más peligrosa que la de ayer.


Es cierto que las precipitaciones fueron muy importantes, recogiéndose en solo 24 horas hasta 126,3 litros por metro cuadrado en la estación de control de la CHC en El Condado (Laviana), 108,2 en Puentelles (Peñamellera Baja) y 101,2 en Sama (Langreo). Pero, en teoría, Asturias debería ser una región preparada y acostumbrada. Pero parece que no, pues fue preciso desalojar varias viviendas inundadas en Trubia y en Mieres. En la primera, por una cascada que inundaba la zona, y en la segunda, por un argayo.

Siete ríos sufrieron desbordamientos -favorecidos no solo por las lluvias, sino también por el deshielo de la nieve caída en los últimos días por la subida de las temperaturas-, con inundaciones puntuales y la CHC los puso en alerta. Fueron el Sella, en Pervís y Cangas de Onís; el Nora, en San Cucao; el Trubia, en la localidad ovetense de mismo nombre; el Nalón, en Grullos y Palomar; el Narcea, en Quinzanas; el Esva, en Trevías, y el Negro, en Luarca.
Los vecinos también critican que los responsables de algunos embalses, como el de Rioseco, desaguaron importantes caudales, lo que pudo influir en que aguas abajo se produjeran inundaciones.

A la vista de que parece inevitable que surjan estos problemas cuando hay fuertes lluvias, el Principado activó el nivel 0 del Plan de Inundaciones. Y fueron muchos los asturianos que llamaron al 112-Asturias alertando de incidentes. Hubo 2.069 llamadas. Se registraron 159 incidentes, con 34 inundaciones, 61 cortes de carretera y siete limpiezas viarias. Además, fue necesario suspender las clases en un colegio y un instituto de Arriondas, dos colegios de Laviana y Caso y un instituto de Noreña.



«Tienden a estabilizarse»

Pero no se sabe si ha pasado lo peor, porque la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene el aviso amarillo para hoy, por precipitaciones que en solo doce horas pueden dejar hasta 40 litros por metro cuadrado en el litoral asturiano, Picos de Europa y el resto de la cordillera. Más optimista se mostró el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez -que estuvo en contacto en todo momento con el presidente del Principado, Javier Fernández, que se encuentra en Madrid, en la feria de turismo Fitur-, quien explicó que «las intensas lluvias de las últimas horas tienden ya a estabilizarse». Además, se congratuló de que «finalmente no se han cumplido los peores pronósticos», a pesar de todas las incidencias que se registraron, con «afectaciones importantes», eso sí sin daños para las personas. No obstante, el consejero de mostraba expectante ante lo que pudiera ocurrir por la noche. Esa mejoría la parece ratificar la CHC, cuyos últimos datos indicaban una estabilización de los cauces, salvo el del Narcea, quizá también debido al desembalse del pantano de La Barca, como critican los vecinos.

 En previsión de que la situación vaya a más, la propia delegada del Gobierno, Delia Losa, remarcó que «estamos combatiendo los efectos del temporal con recursos propios, aunque estamos en contacto con Protección Civil estatal por si fuera necesario que las fuerzas estatales intervengan de inmediato». Y es que incluso habló de echar mano de recursos como los de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Susto en la mar

Quieren sí tomaron todas las precauciones fueron los hombres de la mar, con la flota bien amarrada y a resguardo en puertos seguros, como los de Gijón y Avilés. Eso sí, se produjo un susto. Fue el caso del mercante español 'Muros', que, procedente de Portugal y con destino el puerto de Avilés, en lastre y con nueve tripulantes a bordo, decidió capear el temporal en la ría de Viveiro. El problema llegó cuando de repente se quedó sin máquina y corría el peligro de chocar contra las rocas. De inmediato se puso en acción el personal de Salvamento Marítimo: «Pudimos llegar a tiempo y darle remolque», explicó el capitán marítimo de Burela (Lugo), Fernando Otero, aunque reconoció que «la operación fue delicada debido al mal tiempo y a que había muy mala mar».

A pesar de que el personal de salvamento y de los remolcadores están muy adiestrados en estas lides, fue «al segundo intento cuando pudimos hacer firme el remolque en el barco y sacarlo de la zona de peligro», dijo el capitán marítimo. El 'Muros', uno de los cargueros habituales de los puertos de Avilés y El Musel, deberá quedar en las dársenas de Celeiro para reparar la máquina, antes de reemprender viaje.

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