viernes, 12 de agosto de 2016

NUEVOS FOCOS EN CATORIA Y NARON SE SUMAN A LOS QUE ARRASARON 6 MIL HECTAREAS

El monte gallego lleva ya cinco días consecutivo ardiendo sin parar y ya se superan ya las 5.400 hectáreas de terreno quemado, una superficie que multiplica por doce la de las islas Cíes. Y la plaga no cesa. Las últimas noticias llegadas de los servicios de extinción de incendios de la Xunta hablan de dos nuevos fuegos activos esta noche: uno en Laza (Ourense) y otro en el municipio pontevedrés de Cercedo, aunque ambos han sido estabilizados al mediodía.
Incendios en situación 2
Porto do Son - 1.000 hectáreas
Siguen con especial atención desde la Xunta tres fuegos que se encuentran en situación 2, peligrosos por su cercanía a los núcleos urbanos. En Porto do Son, el fuego se inició en la parroquia de Baroña, pero afecta también a las de Xuño y Caamaño. No obstante, el 085 destaca que la zona afectada en Baroña está controlada desde el jueves por la tarde. En total, hay unas mil hectáreas afectadas y allí trabajan cuatro técnicos, 29 agentes, 61 brigadas, 32 motobombas, tres palas, once helicópteros y cinco aviones. También se encuentran allí efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Arbo - 1.583 hectáreas
También se acerca el fuego a las casas en el municipio pontevedrés de Arbo (parroquia de Mourentán), donde la superficie quemada supera las 1.583 hectáreas. Allí trabajan dos técnicos, diez agentes, 38 brigadas, 22 motobombas, cinco palas, ocho helicópteros y seis aviones.
Fuegos activos
Narón 
Un incendio forestal declarado a las 15.30 horas en la zona de O Val, en Narón, ha movilizado a personal contraincendios de la Xunta y al SPEIS de Narón, con el apoyo aéreo de un helicóptero, que siguen trabajando en el lugar de Casavella para tratar de impedir que las llamas lleguen a las viviendas de O Lobeiro. El fuego afecta a una amplia masa forestal y varios montes en los que se taló madera recientemente, pero quedaron los restos, y avanza hacia varias casas.
Cotobade - 20 hectáreas
La Xunta también activó una alerta en Cotobade en la tarde del viernes por un fuego activo en la parroquia de Carballedo, que a las 20.30 ya superaba las 20 hectáreas.
Fuegos estabilizados
Crecente - 200 hectáreas
El incendio que el miércoles se inició a lo largo de la tarde en Crecente, concretamente en la parroquia de Albeos, ha pasado de situación 2 a estabilizado a las 14.32 horas de este viernes. Según las últimas estimaciones el fuego habría afectado a 300 hectáreas. En las labores de extinción continúan trabajando un técnico, doce agentes, 28 brigadas, 23 motobombas, una pala y dos helicópteros.
Catoira - 20 hectáreas 
En Catoira, parroquia de Dimo, se registró un nuevo incendio en la tarde del viernes que permanece activo y ya ha afectado a 20 hectáreas.
Laza - 50 hectáreas
El de Laza se registró en la parroquia de Toro, a las 5.31 de esta madrugada y alcanza a 50 hectáreas rasas. Trabajan en su control tres agentes, cinco brigadas, cuatro motobombas y una pala. Por su parte, en el fuego de Cercedo -que se inició en la parroquia de Quireza- trabajan cuatro agentes, once brigadas, cinco motobombas y una pala. 
Santiago - 800 hectáreas
Se consideran estabilizados ya cuatro incendios: uno en Santiago, donde la Xunta desactivó el nivel 2 y que se inició el jueves en la parroquia de Fecha con 800 hectáreas afectadas. Trabajan allí dos técnicos, doce agentes, 34 brigadas, 19 motobombas, tres palas, 7 helicópteros y cuatro aviones, además de los efectivos del UME.
Avión - 345 hectáreas
También se da por estabilizado el incendio de Avión, en Ourense, registrado en las parroquias de Nieva, y con 345 hectáreas quemadas. Allí se han desplazado un técnico, 17 agentes, 50 brigadas, 19 motobombas, cuatro palas, 6 helicópteros, dos aviones. Y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias.
Soutomaior (Arcade) - 400 hectáreas
El fuego registrado en Soutomaior, parroquia de Arcade, también está estabilizado desde la noche del jueves. Este fuego, informa la Xunta, se unió al registrado en el concello de Pontevedra (Ponte Sampaio), pero esta zona ya está controlada. Las últimas estimaciones hablan de una superficie quemada de 400 hectáreas.
Soutomaior - 230 hectáreas
Por último, se logró estabilizar de noche otro incendio en Soutomaior, un fuego que comenzó en la tarde del martes. Afectó a 230 hectáreas y luchan para apagarlo dos técnicos, 16 agentes, 32 brigadas, 27 motobombas, tres palas, 14 helicópteros y tres aviones. También colaboran efectivos da Unidade Militar de Emerxencias (UME).
Cercedo - 20 hectáreas
Fue estabilizado a las 11.35 horas de esta mañana, después de que se activara a las 21.40 del jueves. La superficie calcinada supera las 20 hectáreas y en él todavía trabajan tres agentes, 13 brigadas, 9 motobombas, dos palas y tres helicópteros.
Fuegos controlados
Mejores noticias llegan desde Laracha donde a lo largo de la tarde de este viernes se dio por controlado el incendio que afectó a 20 hectáreas en la parroquia de Montemaior, y que había sido estabilizado a las 15.20 horas.
También está controlado el de Caldas de Reis, parroquia de Saiar, con una superficie quemada de 300 hectáreas de arbolado.
Fuegos extinguido
La Xunta ha dado por extinguido a las 17.15 horas del viernes el fuego que desde el lunes afectaba a la parroquia de Tenorio, en Cotobade, y que desde primera hora del jueves permanecía controlado. La superficie afectada es de 365 hectáreas, de las cuales 255 son arboladas y el resto monte raso. 
También este viernes se consiguió extinguir otro fuego también en Cotobade, pero en la parroquia de Viascón que afectó a 40 hectáreas y que llevaba controlado desde el jueves por la tarde.
A la 1 del mediodía se también se dio por extinguido el que afectaba a la parroquia de Lérez, en Pontevedra, en el que la superficie total calcinada fue de 17 hectáreas.
A última hora de la tarde también se dio por extinguido el fuego de Mondariz, que finalmente afectó a unas 200 hectáreas de las cuales 160 son arboladas y el resto monte raso. 
El triple de terreno quemado que hace dos años
En términos comparativos, ardió en lo que va de semana cerca del triple de terreno del que se había quemado en toda la campaña de hace dos años, un ejercicio, es cierto, inusualmente bueno, en el que solo se quemaron 2.001 hectáreas de monte. Con respecto a la campaña pasada, la del 2015, los fuegos de estos cuatro días representan ya casi la mitad de la superficie total quemada en esos doce meses, 11.802 hectáreas.
Todo apunta a que muchos de los fuegos de los últimos días son intencionados. Precisamente por ello el presidente de la Xunta, durante una visita a Porto do Son, donde se quemaron en las últimas horas más de 880 hectáreas de terreno, pidió ayer la colaboración ciudadana y recordó que el número 085 está a disposición de los ciudadanos para avisar sobre cualquier foco de fuego. «O que non se pode, en ningún caso, é mirar para outro lado diante de condutas sospeitosas», dijo. Núñez Feijoo destacó que la mayoría de los incendios se producen entre las cuatro y las cinco de la tarde, con un viento intenso, y de siete a ocho, cuando a los medios aéreos les quedan pocas horas de vuelo. Por ello Feijoo concluye que «detrás do instinto pirómano hai un instinto criminal imposible de explicar desde un punto de vista racional».
Igual que Feijoo, también las empresas madereras, aglutinadas en la Confederación Gallega de Empresarios de la Madera, reclamaron ayer «tolerancia cero» con los responsables de los incendios que asolan Galicia.
El presidente de la Xunta valoró la actuación de los equipos de extinción, «dos mellores de Europa». En el dispositivo que lucha contra el fuego en Galicia trabajan los medios propios de la comunidad, pero también equipos del Ministerio de Medio Ambiente y la Unidad Militar de Emergencias (UME). Precisamente dos trabajadores de los equipos de extinción resultaron heridos mientras trabajaban en un incendio en Camariñas al salirse de la vía el vehículo motobomba en el que viajaban. Ambos fueron dados de alta ayer.
Mientras, integrantes de los servicios de extinción denunciaron ayer la «descoordinación y falta de medios» con las que se enfrentan a los incendios. «Ni una botella de agua ni un bocadillo, y cada uno va por libre», se quejan.

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