La respuesta de la comunidad internacional ante los
devastadores terremotos en Nepal ha sido decepcionante, según ha reconocido
este lunes un responsable de la ONU, que ha incidido en que los donantes se han
centrado más en la reconstrucción que en la necesaria ayuda alimentaria y de
cobijo.
El país del Himalaya está tratando de recuperarse del terremoto
de 7,8 de magnitud en la escala Richter del 25 de abril al que siguió un
temblor de 7,3 el 12 de mayo que han dejado más de 8.600 muertos.
"Estoy decepcionado en el sentido de que hubo una
respuesta tan impresionante en términos de búsqueda y rescate --todos los
equipos que vinieron a hacer el trabajo, lo hicieorn de forma impresionante-- y
quizá pensaron que el trabajo estaba hecho", ha afirmado el coordinador
residente de la ONU en Nepal, Jamie McGoldrick.
"Ahora de lo que se habla es de reconstrucción, pero
estamos intentando recordar a la gente que entre la búsqueda y el rescate y la
recuperación, hay una fase llamada de asistencia y no podemos olvidarnos de
eso", ha señalado a Thomson Reuters Foundation por teléfono desde
Katmandú.
En las semanas posteriores al terremoto, decenas de
organizaciones internacionales y gobiernos se apresuraron a enviar equipos de
búsqueda y rescate, médicos y material de emergencia al país. La ONU pidió 423
millones de dólares para ser capaz de atender a hasta dos millones de
supervivientes ofreciéndoles tiendas de campaña o coberturas de plástico,
raciones alimentarias, agua potable y aseos para los próximos tres meses.
A fecha de este lunes, el Sistema de Seguimiento Fiscal de
la ONU indicaba que 92,4 millones de dólares han sido recaudados, el 22 por
ciento de los fondos requeridos.
Según McGoldrick, la lenta respuesta se debe en parte a la
fatiga de los donantes, ya que los gobiernos tienen decantarse entre las
múltiples crisis humanitarias que hay en la actualidad, como Siria o Yemen por
ejemplo.
Los donantes tradicionales de Nepal también estaban más
centrados en el "desarrollo" y probablemente están manteniendo sus
fondos para la reconstrucción a largo plazo y los proyectos de recuperación, ha
añadido.
VENTANA DE OPORTUNIDAD
Pero el responsable de la ONU ha advertido de que solo hay
una pequeña ventana de oportunidad para comprar y hacer llegar suministros de
ayuda a los supervivientes en las aldeas remotas en la montaña antes de la llegada
del monzón, que azotará al país entre junio y septiembre.
Las fuertes lluvias en zonas que resultaron dañadas por los
terremotos "complicarían los esfuerzos de ayuda aún más" ya que
desencadenarán más corrimientos de tierra y bloquearán carreteras, dificultando
el reparto de ayuda por camión, ha advertido.
"Eso solo nos da una ventana limitada para conseguir
que el máximo de los suministros necesarios llegue a las zonas más remotas,
donde algunas personas se han visto gravemente afectadas por los
terremotos", ha subrayado McGoldrick. "Tenemos que asegurarnos de que
hay materiales suficientes: cobijo, mantas, alimentos, agua y
saneamiento", ha remachado.
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