Otras cuatro personas, entre ellas dos niños de entre seis y ocho años, están desaparecidas en la provincia de Ancona
Al menos diez personas han fallecido y cuatro permanecen desaparecidas, entre ellas, un niño de ocho años, a consecuencia de un inesperado temporal con lluvias torrenciales que la madrugada del viernes sacudió la región central de Las Marcas. En poco más de dos horas los pluviómetros registraron una cantidad de agua equivalente a un tercio de las lluvias que han caído hasta ahora durante todo el año. En ese breve espacio de tiempo, cayó toda el agua que se esperaba para las precipitaciones de los próximos seis meses. Los bomberos continúan trabajando para localizar a las víctimas de la tormenta. Al menos cincuenta personas han resultado heridas y están recibiendo atención médica en los hospitales de la región.
La fuerza del temporal ha causado numerosos desprendimientos de tierra y formado grandes torrentes de agua y barro que han arrasado varios pueblos de la provincia de Ancona, la más afectada. Las lluvias torrenciales también han causado daños, aunque en menor medida, en las cercanas regiones de Toscana y Umbría.
Los diez muertos hasta ahora confirmados se encontraban todos en tres localidades, Ostra, Trecastelli y Barbara, de la provincia costera de Ancona, a orillas del Adriático y capital de Las Marcas. En esta misma zona se busca a las cuatro personas cuyo paradero se desconoce. Uno de ellos es un niño de entre seis y ocho años, según apuntan los medios, que viajaba con su madre en coche y al que su progenitora trató de salvar de la tormenta sacándolo del vehículo y cogiéndolo en brazos, pero la fuerza de la corriente lo arrastró. Los bomberos consiguieron ponerla a ella a salvo más tarde, pero no han logrado dar con el menor. Otros desaparecidos son una niña de unos ocho años y su madre.
En la localidad de Senigallia, se han recuperado los cuerpos de cuatro personas que quedaron atrapadas en un garaje. El cadáver de otra de las víctimas, un hombre, fue hallado en el interior de su coche, que había sido arrastrado por la tromba de agua. Otro hombre que viajaba con él se salvó al lograr agarrarse a un árbol.
El alcalde de la localidad de Cantiano, Alessandro Piccino, ha explicado a los medios que las autoridades locales están contabilizando los daños. “La situación es dramática. Nuestro pueblo está completamente dañado y el centro histórico ya no existe”, ha declarado. Y ha descrito el dramático panorama: “Hay coches apilados unos sobre otros y la zona industrial está completamente llena de agua, con empresas golpeadas y maquinaria que habrá que tirar. Una parte del pueblo todavía está sin electricidad y se ha interrumpido el suministro de gas porque se han roto algunas tuberías”.Como señalan los medios locales, muchas personas se refugiaron en los tejados de las casas o se subieron a los árboles para escapar del agua pero ni siquiera pudieron comunicar su paradero por la caída de algunas líneas de telefonía, incluida las de los móviles. Numerosas carreteras han quedado intransitables, lo que está dificultando las tareas de salvamento. Los servicios de emergencia recibieron tantas llamadas que tuvieron que pedir ayuda a la región de Toscana.
El consejero regional de Sanidad de Las Marcas, Filippo Saltamartini, ha apuntado al diario La Stampa que “el servicio de urgencias del hospital de Senigallia está acogiendo a personas en estado de shock e hipotermia, que han sido rescatadas y trasladadas fuera de sus casas, donde estaban atrapadas en el agua”. Otros heridos fueron trasladados a otros hospitales de la región.
El temporal que ha azotado esta región, en la que viven 1,5 millones de personas, ha sorprendido a los meteorólogos y a las autoridades de Protección civil, que no esperaban lluvias de esta magnitud y no habían decretado ningún nivel de alarma, solo una alerta habitual por viento y lluvia. En concreto, han calificado la crecida del río Misa como “repentina y abrupta”. El consejero regional de Protección Civil, Stefano Aguzzi, ha señalado que en algunos lugares “no hubo tiempo de intervenir” y ha explicado que varias personas estaban en la calle o salieron sin darse cuenta del peligro. Algunos alcaldes han protestado porque no habían recibido ningún aviso especial que les advirtiera de que algo así podía suceder. El responsable de la Protección Civil Italiana, Fabrizio Curcio ha advertido que “hay que prepararse para un invierno difícil” y que es “necesario acostumbrarse a fenómenos como este que cada vez serán más numerosos”.
Aunque no se puede atribuir automáticamente al cambio climático un acontecimiento meteorológico límite como estas inundaciones, porque es necesario profundizar en las causas y las circunstancias, los científicos coinciden en que el cambio climático hace más frecuentes los fenómenos extremos como huracanes, inundaciones y sequías.
Giulio Betti, meteorólogo del Consejo Nacional de Investigación ha
explicado que se trata de una tormenta estacionaria en forma de V, que
se alimenta en bucle de un flujo constante de aire frío y cuya
intensidad ha sido excepcional, “con impactos muy difíciles de
predecir”. “Está claro que la crisis climática amplifica todo esto”, ha
apuntado el científico, que sigue de cerca los intensos fenómenos
meteorológicos en el centro de Italia, y que se ha mostrado asombrado
por la potencia con la que la tormenta golpeó durante la noche varias
zonas de la región de Las Marcas. “Es una emergencia a la que ya no
podemos hacer frente solo con acciones de emergencia, sino que es
necesario dotarse de antemano de políticas de adaptación”, ha señalado
el meteorólogo.
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