Las víctimas han sido trasladadas al hospital de Cabueñes y los bomberos trabajan en la zona para rescatar a otros dos obreros
Un derrumbe en el colegio San Vicente de Paul, en el cruce entre las calles Ezcurdia y Caridad, ha dejado a dos personas atrapadas entre los escombros. En concreto, parte del forjado de la terraza que hay en la azotea es lo que se ha venido abajo. Los servicios de emergencia han podido rescatado a dos obreros, con heridas leves, que han sido trasladados el hospital de Cabueñes.
Todo el personal del parque de bomberos de Gijón se encuentra desplazado y trabajando en la zona, que ha sido acordonada. Las dos personas a las que buscan no responden a las llamadas a sus teléfonos móviles.
A la zona se han desplazado también equipos de la Policía Nacional y Local y servicios de emergencias.
El derrumbe en el colegio San Vicente, cuyas consecuencias aún se están evaluando, toca de lleno el corazón de Gijón ya que se trata de un centro cuya historia, de más de un siglo, está íntimamente ligada al barrio de La Arena y a las hermanas de la Caridad que dieron nombre a la calle. Un barrio de cuyo crecimiento y vitalidad ha sido siempre testigo la comunidad escolar de las
La Congregación de las hermanas de la Caridad regía desde el año 1830 el Hospicio de Oviedo, "y en 1890 adquirieron un inmueble en la calle Ezcurdia 74, donde venían los niños huérfanos en los meses de verano para mejorar su salud en la playa de San Lorenzo", según el relato que hace unos años, con motivo de un aniversario, hacía la exalumna Begoña González.
A aquel local pronto empezaron a acudir numerosos niños del barrio de La Arena, acuciados por la pobreza extendida en la época y las necesidades de una infancia en su mayor parte sin escolarizar, deseosos de compartir con los huérfanos juegos y aprendizaje.
Las monjas acogieron entre sus muros a todos aquellos pequeños, dando lugar al Colegio de San Vicente, que en septiembre de 1892 comenzó a impartir educación elemental un barrio urbano pero que aún en aquella época era marinero y campesino, con una buena carga de miserias.
En 1939 fue reconocido por el ministerio de Educación como Colegio de Enseñanza Media, y en 1996 se autorizó definitivamente el funcionamiento como Centro privado concertado de Educación Secundaria Obligatoria. y desde entonces no ha dejado de crecer y adaptarse a los nuevos tiempos.
El envejecimiento de la comunidad de religiosas que regían el
centro y los cambios ocurridos en muchos colegios católicos se dejaron
notar también en el colegio San Vicente que en 2011 dejó la gestión del
centro en manos de la Fundación Católica Educere, perteneciente a Fere
Ceca ( Federación de Religiosos de la Enseñanza), sin modificarse ni el
espíritu ni la identidad que siempre imprimieron las religiosas.
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