Las autoridades no han confirmado el motivo de la deflagración en la capital libanesa
El director de la Seguridad General libanesa, Ibrahim Abbas, ha afirmado a los medios en una visita al puerto de Beirut que “parece que la explosión ocurrió en un almacén con material altamente explosivo confiscado desde hace años”, sin dar más detalles.
El presidente del país, Michel Aoun, ha hecho un llamamiento para proporcionar refugio a todos aquellos que se han visto desplazados por la deflagración. La Presidencia de Líbano ha informado en Twitter de que el jefe de Estado ha pedido al Ejército que trabaje para “tratar las consecuencias de la gran explosión” y “realizar patrullas en las zonas del desastre para mantener la seguridad”. El primer ministro, Hassan Diab, ha decretado una jornada de luto para este miércoles.
El suceso ha tenido lugar en una semana clave para el país. El viernes se espera que el Tribunal Especial para Líbano emita su veredicto sobre el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri, en 2005. La explosión de este martes ha ocurrido muy cerca de la residencia de la familia Hariri.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel ha asegurado que su país no tiene nada que ver con la tragedia de este martes en Beirut. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, había advertido horas antes a Hezbolá de que hará “todo lo necesario para defender a Israel”, después de días de tensión tras un incidente armado en la frontera sur de Líbano el pasado día 27. El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ha ofrecido a última hora del martes el envío de ayuda humanitaria al país vecino.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha referido a la explosión como un ataque, informa desde Washington Pablo Guimón. Los líderes militares estadounidenses, ha dicho el presidente a los periodistas, “parecen creer que fue un ataque”. “Fue una bomba de algún tipo”, ha añadido.
“Estados Unidos está preparado para ayudar a Líbano”, ha asegurado Trump, al inicio de una rueda de prensa en la Casa Blanca sobre el coronavirus. “Parece un ataque terrible”, ha añadido. Preguntado sobre hasta qué punto está convencido de que ha sido un ataque, el presidente ha explicado que se ha reunido con generales estadounidenses, sin dar sus nombres, y que creen que la explosión no fue “el tipo de evento de una explosión industrial”.
El Departamento de Estado ha resaltado que está “siguiendo de cerca” las informaciones y “trabajando con las autoridades locales” para determinar las causas de la explosión y si hay ciudadanos estadounidenses afectados. “Querría extender mis más profundas condolencias a todos aquellos afectados por la enorme explosión en el puerto de Beirut este 4 de agosto. Estamos monitorizando la situación y estamos listos para ayudar al pueblo de Líbano mientras se recupera de esta horrible tragedia”, ha tuiteado el secretario de Estado, Mike Pompeo. “No tenemos información sobre la causa de la explosión y las preguntas deben ser realizadas al Gobierno de Líbano para obtener más información”, ha dicho un portavoz del Departamento de Estado, según ha recogido la cadena de televisión CNN.
Por su parte, Teherán y París han ofrecido su ayuda. “Irán está preparada para ayudar de la manera que sea necesaria” ha tuiteado el ministro de Exteriores, Mohamed Javad Zarif. “Francia siempre está del lado de Líbano y del pueblo libanés. Está listo para ofrecer asistencia dependiendo de las necesidades expresadas por las autoridades libanesas”, ha dicho el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, en un comunicado.
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