Bruselas ultima una propuesta sin cuotas para evitar el veto de Polonia y Hungría
La propuesta de la Comisión será el punto de partida para una de las negociaciones más tóxicas e ideologizadas de la Unión Europea, según la definen fuentes comunitarias. Los contactos de Schinas y Johansson con todas las capitales, salvo durante el parón provocado por la pandemia, tratan de allanar el camino porque la Comisión solo quiere hacer público el proyecto del pacto, cuyo contenido ha podido conocer este periódico, cuando tenga garantizado que ningún socio la rechazará de plano.
La pandemia también ha trastocado los planes de Alemania, país que presidirá el club a partir del 1 de julio. La canciller alemana, Angela Merkel, planea dejar el debate migratorio para la última parte de su semestre presidencial, una vez zanjadas las negociaciones del Fondo para paliar los daños económicos de la covid-19. Pero ni siquiera el socio más poderoso de la UE se ve en condiciones de cerrar un acuerdo a corto plazo y solo aspira a un posible pacto político sobre el calendario a seguir para llegar a un acuerdo definitivo sobre una política común de asilo e inmigración, que tal vez no llegue hasta finales de 2021.BLINDAJE DE LAS FRONTERAS
La primera piedra angular del pacto es la agencia europea de fronteras (Frontex), que durante la crisis de refugiados de 2015 era poco más que un centro administrativo de apoyo a las autoridades nacionales. La agencia ahora ha pasado a reclutar un cuerpo policial propio (que llegará a contar con 10.000 efectivos) y planea pertrecharse de abundante material de vigilancia terrestre, marítima y aérea.
Este mismo mes ha empezado la formación de los primeros 265 guardias de fronteras, seleccionados entre más de 7.000 candidaturas. “Y en septiembre, esperamos adjudicar otros 400 puestos”, señaló el director general de Frontex, Fabrice Leggeri, durante una reciente entrevista con EL PAÍS
RESPUESTA URGENTE
El blindaje de las fronteras se completa con equipos de reacción rápida ante cualquier fisura en el perímetro exterior. El despliegue de fuerzas europeas podrá ser a petición del país que se vea desbordado por un flujo repentino de migrantes o como consecuencia del análisis de puntos vulnerables que realice periódicamente Frontex. La Agencia puede pedir a los Estados la movilización de recursos humanos (hasta 1.500 personas) en un plazo de cinco días y de material en 10 días.la tensión en la frontera de Grecia con Turquía
IRREGULARES DE IDA Y VUELTA
Junto al blindaje del perímetro exterior, el pacto aspira a acelerar y a mejorar la efectividad los procedimientos de expulsión de personas que han entrado de manera irregular en la Unión Europea. Como media, en la UE solo se ejecutan el 36% de las órdenes de expulsión, mientras decenas de miles de personas permanecen cada año en situación irregular en territorio comunitario. Bruselas quiere mejorar ese ratio un objetivo en el que Frontex también juega un papel creciente. “El año pasado organizamos 330 vuelos chárter para expulsión de migrantes, e decir, hay casi un vuelo diario”, señala el director ejecutivo de Frontex. Y Leggeri añade: “también utilizamos vuelos comerciales, en los que podemos cambiar el nombre del pasajero para expulsar a otra persona si la que estaba prevista desaparece en el último minuto”. La agencia ya participa en unas 16.000 expulsiones al año, el 10% del total.
Para Frontex, la clave para aumentar el ratio de repatriaciones estriba en recortar los plazos desde orden de expulsión y su ejecución. Y en ampliar el número de países que aceptan los retornos. “Hace cinco años, Frontex solo podía hacer devoluciones a 14 países. Hemos multiplicado casi por seis esas cifras y ya podemos hacer retornos a 82 países de fuera de la UE”.
SOLIDARIDAD OBLIGATORIA
La Comisión quiere esgrimir la creciente fortaleza de Frontex para superar las objeciones de Polonia o Hungría al pacto migratorio. A cambio de una política de fronteras mucho más dura, Bruselas pedirá a todos los países un esfuerzo de solidaridad obligatoria
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