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viernes, 13 de marzo de 2020

CATALUÑA CONFINA CUATRO MUNICIPIOS DE BARCELONA

La capital de la Anoia, junto con otros tres municipios, permanece aislada desde la noche de ayer

La medida afecta a las localidades barcelonesas de Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui y Òdena 

La Generalitat prohíbe a los vecinos salir de la zona al menos por 14 días   

 La Generalitat ordenó en la noche de este jueves el confinamiento de los municipios barceloneses de Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui y Òdena (en total 70.000 habitantes) para evitar la propagación del mayor brote de coronavirus identificado en Cataluña. Desde las 00.00 de este viernes, nadie puede salir del perímetro que custodian los Mossos d’Esquadra. Los consejeros Miquel Buch y Alba Vergés, responsables de Interior y Salud, respectivamente, anunciaron que la medida se extenderá al menos durante 14 días. En Igualada se han identificado 58 casos de los 319 de los que hay registrados en Cataluña, casi el 20% del total.

 “Hemos visto un crecimiento fuerte en esa zona, con un comportamiento muy diferente al que tenemos identificado en el resto de Cataluña”, explicó Vergés, que es vecina de Igualada. En menos de un día se ha pasado de 20 casos positivos a 58, el jueves por la noche. A partir de las 00.00 de este viernes no se puede abandonar la zona custodiada por la policía, después de que el día anterior se dieran tres horas de margen para que pudieran salir de los cuatro municipios las personas que no viven allí. La medida llega el día que la Generalitat decreta la fase de Emergencia 1 por el impacto de la Covid-19.


Buch explicó que los Mossos se encargarán del cierre perimétrico de esa zona y también habrá efectivos de la policía catalana que se dedicarán a apoyar el aprovisionamiento de las tiendas, farmacias y hospitales. El acceso a efectivos de servicios esenciales también estará garantizado. “Tenemos esta situación [el brote de coronavirus] controlada pero la decisión que acabamos de tomar nos ha de permitir este control”, explicó Vergés.
Tanto Buch como la consejera de Sanidad calificaron el confinamiento de “necesario” y pidieron la colaboración de los vecinos. “La recomendación es que no haya circulación entre los municipios y entre la ciudadanía. Son medidas que se toman para que no haya más propagación del virus. El foco lo reduciremos si somos capaces de reducir el contacto entre unos y otros”, concretó el consejero de Interior.

A Vergés se le rompió la voz en varias ocasiones mientras explicaba las medidas y envió un saludo a su familia, que está en la zona de confinamiento. Hace unos días se hizo la prueba, que dio negativa. Desde los Mossos recalcaron que quienes intenten saltarse el confinamiento se enfrentarán a un delito de desobediencia, que puede comportar una sanción penal o administrativa.

Se trata del primer confinamiento adoptado en la actual epidemia en España. Entre los afectados por el brote de coronavirus registrado en torno al hospital de Igualada hay tres fallecidos. La mayoría de los contagiados son personal sanitario (36) y hay 250 personas aisladas, de las cuales 200 son profesionales del hospital.

“A partir de un caso índice, se produjo una infección familiar y la transmisión afectó también a un centro sanitario”, explicó el jueves por la mañana, horas antes de anunciar el confinamiento, el secretario de Salud Pública, Joan Guix. Los fallecidos vinculados a este brote son una anciana de 71 años, otra de 83 y un hombre de 86 años. “Son gente mayor y con patologías asociadas. No podemos definir si la causa de la muerte ha sido el coronavirus o el coronavirus ha sido un incidente más”, apostilló. En total, en Cataluña hay 319 casos positivos.

“Medidas como estas se tendrían que haber tomado ya hace algunos días a nivel nacional”, explicó Manuel Pérez, un residente de Igualada de 50 años que desconocía la afectación de la medida entre la población. “Hasta ahora no hemos visto imágenes de pánico, veremos si a partir de mañana, a causa del confinamiento, las cosas cambian”. Su hija Íngrid, de 16 años, el jueves ya no fue al centro donde estudia. Y su hijo, de 21, cursa un grado universitario a distancia, así que no se verá afectado por el confinamiento. Pérez estaba a la expectativa de valorar cómo afectarían las nuevas medidas de control a su trabajo en la construcción. “Parecía que no le dábamos mucha importancia a lo que estaba sucediendo, supongo que a partir de ahora nos lo tomaremos más en serio”, añadió, informa Dani Cordero.




Control en mercados

En el operativo del confinamiento participan un total de 106 efectivos de los Mossos d’Esquadra, organizados en tres grupos de trabajo. Por un lado, los que hacen el control perimétrico en 29 puntos; otro grupo que garantiza la prestación de servicios que puede necesitar la población, y un tercer grupo que dará apoyo a los servicios básicos que se han de prestar a las poblaciones, como el abastecimiento de tiendas o de material sanitario para el hospital.

El confinamiento de la población se suma a otras medidas que tomó el Govern a lo largo de la jornada del jueves para contener el foco infeccioso más complejo que hay en Cataluña. Además del cierre de centros educativos y equipamientos públicos y la suspensión de actos en centros públicos, el alcalde de Igualada, Marc Castells, anunció la suspensión de mercados ambulantes y el control de acceso a mercados cerrados.

También extremarán las medidas en centros de día y residencias: el hospital de día Sant Jordi suspenderá su actividad, el Pare Vilaseca y el Igualada cerrarán parcialmente y solo harán atenciones urgentes, y la residencia Pare Vilaseca restringirá las visitas. Los pisos tutelados para gente mayor también anularán actividades de grupo y se les pedirá a los residentes que eviten, en lo posible, las salidas al exterior. Castell dijo que también se cerrará el aeródromo Igualada-Òdena y se suspenderá el transporte interurbano de autobuses de la cuenca de Òdena, que traslada unas 100.000 personas al mes.

 El grueso de los afectados y los contactos aislados pertenecen al hospital de Igualada, que tiene una plantilla de un millar de trabajadores. Teresa Sabaté, representante del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) en Cataluña Central, indicó que, para evitar el colapso del hospital, “se está reprogramando todo lo que no es urgente”. Las urgencias más graves también se están derivando a otros centros y la actividad quirúrgica que se hace es, únicamente, la que no se puede retrasar. Castell ha reclamado al Govern “el refuerzo de profesionales que haga falta” para ayudar a los sanitarios del hospital de Igualada, donde se centraliza el foco, por el elevado número de personas aisladas vinculadas al centro.

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