Hay numerosos desaparecidos, entre ellos 61 extranjeros, y 540 heridos graves.
Las autoridades prevén enterrar en una fosa común a parte de las víctimas para evitar enfermedades.
Al menos 1.203 personas han muerto como consecuencia de los terremotos y el posterior tsunami que golpearon el pasado viernes la isla indonesia de Célebes, según el último balance ofrecido este lunes por el Equipo de Acción Rápida (ACT).
"El número de muertos ha alcanzado los 1.203", ha informado el vicepresidente del ACT, Insan Nurrohman, citado por la agencia indonesia Antara.
Según ha precisado, el mayor número de víctimas por ahora se ha registrado en el barrio de Petobo, en Palu, "que quedó arrasado y reducido a escombros por el tsunami". En total, aquí se han contabilizado 700 víctimas mortales.
No obstante, Insan ha dejado claro que se teme que el balance de muertos siga aumentando ya que aún hay numerosos desaparecidos, entre ellos 61 extranjeros, y 540 heridos graves que están ingresados en varios hospitales.
Actualmente, según el responsable indonesio, hay 16.732 personas evacuadas en 123 puntos en la ciudad de Palu, así como en los distritos de Donggala, Sigi y Parigi Moutong.
"El barrio Petobo de Palu quedó arrasado y reducido a escombros por el tsunami"
Según el responsable, que ha hablado desde Yakarta, los cortes de las comunicaciones y la electricidad están impidiendo informar sobre el impacto que el terremoto y el tsunami tuvieron en Palu y Donggala, las dos zonas más afectadas.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha anunciado este lunes que el país aceptará ayuda a nivel internacional para responder a la tragedia, después de visitar el domingo la zona devastada.
Entretanto, en la zona afectada por los terremotos y el tsunami la situación es desesperada. Según informa el diario Jakarta Post, algunos supervivientes han interceptado camiones con ayuda de emergencia y los han saqueado, ya que llevan varios días sin comer ni beber. Los agentes desplegados en la zona han sido incapaces de contener a la multitud.
Además, durante el fin de semana se han producido algunos saqueos en gasolineras, joyerías y cajeros automáticos por lo que la Policía ha dado órdenes de disparar contra aquellos que lleven a cabo saqueos.
Miles de personas se han congregado en el aeropuerto Mutiara Sis Al Jufri de Palu con la esperanza de poder abandonar la isla. Según el diario, llevan desde el sábado en el lugar, bajo un calor asfixiante y sin comida ni agua, acampados en cartones o colchones. Algunos de ellos han ocupado incluso parte de la pista de aterrizaje. Según un responsable del aeropuerto, el domingo por la noche había ya 5.000 personas "y la cifra sigue aumentando".
Por otra parte, las autoridades tienen previsto llevar a cabo un entierro masivo de las víctimas de la tragedia ya que, según explicó el domingo, el portavoz de la Policía, el general Dedi Prasetyo, "algunos cuerpos han empezado a descomponerse".
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