Todas las muertes han sido causadas por derrumbes de casas durante el temblor en la isla de Lombok. En un mes, los terremotos han matado a más de 400 personas en Indonesia.
El último terremoto en Indonesia, que sacudió la noche del domingo la castigada isla de Lombok con una magnitud de 6,9, ha dejado al menos 10 muertos y 24 heridos. En el último mes, varios temblores han causado más de 400 muertos en el país.
Según Sutopo Purwo Nugroho, el portavoz de prevención de desastres, cuatro de las muertes han ocurrido en Lombok Oriental, la zona más cercana al epicentro, otro en Lombok Occidental, y los otros cinco en la isla de Sumbawa.
Todas las muertes ha sido causadas por el derrumbe de casas, y según Sutopo, el temblor ha provocado daños en 151 edificios.
El terremoto ha sido seguido durante la noche y la mañana por más de un centenar de réplicas, al menos diez de ellas de magnitud superior a 5, según la agencia geológica Indonesia.
El temblor ha provocado grietas en una carretera del norte de Lombok, además del derrumbe de varios edificios, corrimientos de tierra y cortes de electricidad que seguían sin haberse restablecido a primera hora de la mañana.
La sacudida ocurrió por la noche del domingo, día que comenzó con otro seísmo de magnitud 6,3 en el que murieron otras dos personas, una de ellas debido a un ataque cardíaco; otra resultó herida, y 1.700 casas sufrieron daños.
El de la noche ha sido el cuarto terremoto de magnitud superior a 6 en apenas tres semanas en Lombok, un popular destino turístico donde miles de personas siguen desplazadas y alojadas en tiendas en campos para evacuados.
En total, 417.000 personas han tenido que abandonar sus casas. La mayoría lo hizo tras el seísmo de magnitud 6,9 del pasado 5 de agosto, que dejó 460 muertos y 72.000 edificios dañados.
Lombok, situada junto a la falla de las Flores, ya había sufrido el 29 de julio otro terremoto de 6,4 grados que causó 16 muertos, 355 heridos y 1.500 edificios dañados, y que fue seguido por otras 300 réplicas.
Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.
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