Los condados de la zona ordenan evacuaciones y el Estado se prepara para lo peor ante la previsión de grandes inundaciones
El huracán más potente en llegar a Estados Unidos en los últimos 12 años
tocó tierra este viernes por la noche en la costa de Texas. El ojo de
Harvey
desembarcó en Rockport, a 45 kilómetros al norte de Corpus Christi con
vientos de 215 kilómetros por hora. Se esperan días de vientos y lluvias
extremas en una zona que cubrirá desde el noreste de México hasta
Louisiana, pero que afectará sobre todo a la costa central de Texas con
potenciales consecuencias "catastróficas", según las previsiones del
Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
El pánico y la ansiedad han invadido a los residentes de Texas tras días de advertencias sobre los posibles efectos del huracán
Harvey
para este fin de semana. Cientos de personas estaban el viernes en
albergues, mientras miles preparan sus hogares para sobreponerse a un
potencial desastre. Los supermercados en Houston tienen vacías sus
estanterías de agua, leche y artículos no perecederos, mientras la
demanda de los habitantes de la ciudad y los suburbios continúa en
aumento.
"Obviamente, ya podemos decir en este momento que este va a ser un
gran desastre", dijo el gobernador, Greg Abbott, a mediodía del viernes.
El alcalde de Rockport, Patrick Rios, dijo esto sobre la gente que no
hizo caso de las órdenes de evacuación: "Que escriban su nombre y su
número de Seguridad Social en el brazo con rotulador" para cuando
encuentren sus cadáveres.
Las filas en las gasolineras comenzaron desde el jueves, luego de los
reportes sobre la magnitud que alcanzará el huracán. A mediodía del
viernes Harvey ya tenía categoría 3 con vientos de 195 kilómetros por
hora, para en la tarde del viernes alcanzar la categoría 4. Ya es el
huracán más potente en tocar tierra en Estados Unidos desde
Wilma,
en 2005. El fenómeno pasó de tormenta tropical a potencial catástrofe
en apenas 24 horas, fortalecido por una temperatura del agua
inusualmente alta en el Golfo de México.
Las proyecciones meteorológicas advierten de más de 60 centímetros de
agua producto de las lluvias. El Servicio Nacional de Meteorología NOAA
pronosticó “inundaciones con efectos catastróficos y que amenazan la
vida” en zonas al sur de Texas, lleno de pequeñas poblaciones pesqueras a
merced del mar. El huracán provocará lo que se conoce como marejada
ciclónica, un aumento repentino del nivel del mar que puede llegar a
casi cuatro metros en algunos puntos.
En 2005 el huracán
Katrina
tocó tierra en Nueva Orleans con categoría 3. La ruptura de la presa
que defiende a la ciudad del mar provocó una catástrofe de más de 1.200
muertos y 108.000 millones de dólares en daños.
El Gobierno de Texas han insistido en que la gente debe prepararse
para lo peor. En un mensaje el viernes por la mañana el gobernador del
estado Greg Abbott urgió a todos a prepararse. “Les pido a los tejanos
que estén en el camino de Harvey que sigan las advertencias y órdenes de
evacuación de los oficiales locales antes que la tormenta toque
tierra”, dijo. Abbott ha declarado zona de desastre en 30 condados y
puso al Centro de Operaciones del Departamento de Seguridad Pública en
nivel de alerta.
En la noche del viernes, el presidente Donald Trump, que sigue la
situación desde Camp David, aprobó una declaración de emergencia que
permite movilizar todos los recursos federales necesarios para ayudar a
Texas.
Se espera que las áreas costeras sean las más afectadas. La ciudad de
Port Aransas y los condados de Calhoun, Brazoria, Refugio, Jackson,
Nueces, San Patricio y Matagorda emitieron una evacuación obligatoria el
jueves para las personas que viven en el área del Golfo de México y el
canal intercostero.
Las ciudades de Galveston y Corpus Christi llamaron a evacuaciones
voluntarias. Todos los distritos escolares de Houston y sus suburbios
suspendieron las clases el viernes. Las autoridades también han pedido a
los residentes que se preparen para cortes de luz y agua por varios
días.
La ciudad de San Antonio, en el interior, comenzó a recibir
residentes de áreas costeras en diversos refugios. La urbe tiene la
designación de federal y estatal como centro de evacuación. Según el
alcalde, Ron Nirenberg, hay 6.000 camas preparadas para albergar a las
personas evacuadas.
En Houston, el alcalde Sylvester Turner desmintió rumores en los
medios sociales respecto a los efectos de Harvey. “No se ha emitido una
orden de evacuación para la ciudad y no estamos considerando una por el
momento”, declaró.
Houston es la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos y tiene el
complejo de refinerías y petroquímicos más grande del país. El canal de
barcos en Houston tiene cientos de tanques de almacenamiento de petróleo
y químicos. Si alguno de los tanques sucumbe producto de inundaciones,
podría afectar a miles de personas en áreas cercanas, según una
investigación realizada por
Propublica y
Texas Tribune.
En 2005 las inundaciones producto de
Katrina causaron la ruptura de un tanque petrolero en el canal de Houston, afectando a 1.700 hogares.
En junio pasado el comisionado de tierras del estado, George P. Bush
urgió a líderes locales para financiar un sistema de barrera costera
para Texas. “Somos tan vulnerables a una gran tormenta como lo éramos en
2008 y esas son malas noticias”, dijo.
Mientras, los precios de la gasolina ya comenzaron a subir en el
estado. Refinerías en el sector de Corpus Christi como Citgo Petroleum,
Flint Hills y Valero Energy cesaron temporalmente la producción de
petróleo. Más del 25% de la gasolina disponible para Estados Unidos es
refinada en la costa del golfo de Texas, según del Departamento de
Energía.