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domingo, 4 de junio de 2017

ATENTADO EN EL PUENTE DE LONDRES

  
Al menos nueve muertos (seis civiles y tres atacantes) después de que una furgoneta arrollara a varias personas. Acto seguido, varios hombres fueron apuñalando gente en una calle cercana. Hay 48 herido.

Este fin de semana, solo unos días después del atentado islamista del Mánchester Arena que costó la vida a 22 personas, el Reino Unido hacía frente a dos imponentes retos de seguridad: la final de la Champions de ayer en Cardiff y el concierto que hoy protagonizarán Ariana Grande y varias estrellas pop más en el estadio de críquet de Stanfford Bridge, en Mánchester. Pero el terror golpeó inesperadamente en el corazón de Londres, en el inicio de una noche lúdica de sábado. Fue una escena terrible, con peatones arrollados por un coche, puñaladas y disparos de la policía para frenar a los terroristas. Por el momento, la Policía Metropolitana de Londres confirma que hay seis civiles muertos y tres atacantes, pero puede haber varias víctimas más. El Servicio de Ambulancias de Londres ha confirmado que al menos 48 heridos han sido trasladados a cinco hospitales de la capital británica.


La Policía también ha confirmado que se trata de un único ataque, iniciado en el puente de Londres, cuando el vehículo en el que viajaban los asaltantes arrolló a numerosas personas y que terminó en el Mercado de Borough, cuando los agresores se bajaron de su vehículo antes de morir a tiros por los disparos de los agentes. Los fallecidos parecían portar, según los agentes, lo que parecía tratarse de falsos chalecos explosivos.

A las diez y media de la noche del sábado 3 de junio, una furgoneta blanca B&Q entró en el Puente de Londres, el anterior al simbólico Tower Bridge que conduce a la Torre de Londres, se subió a la acera, circulando a unos ochenta kilómetros por hora, y atropelló a una veintena de personas. Algunos testigos que circulaban por el puente señalaron que habían visto cuerpos tendidos en el suelo. También se escucharon disparos y se vio cómo la policía se llevaba a un hombre esposado. El Puente de Londres fue cortado en los dos sentidos y se evacuaron las estaciones cercanas.

Tras arrollar a los peatones, tres varones se bajaron del vehículo y comenzaron a acuchillar indiscriminadamente a las personas que encontraban a su paso. Según un viandante, portaban cuchillos con hoja de unas trece pulgadas. Los acuchillamientos siguieron por Borough High Street, al Sur del puente, y en el Borough Market, un mercado gastronómico enormemente popular hoy en Londres, tomado los mediodías de los fines de semana por los turistas. La policía pidió a quienes se encontraban en la zona que se pudiesen a buen recaudo y emitió mensajes con el lema «Corre, escóndete, avisa». En esta zona, también podrúa haber víctimas.  


El ataque fue espantoso. Un hombre llegó a recibir cinco puñaladas en el pecho. En los restaurantes y pubs de la zona se vivieron escenas de enorme tensión, con la policía entrando y pidiendo a gritos «¡corred!», o «¡escondeos!».

Gerald Vows, de 47 años, contó a los medios que estaba viendo la final de la Champions League en el pub Ship, en el Borough Market, cuando vio a tres hombres apuñalando a una mujer. Su reacción fue intentar frenarlos arrojándoles todo lo que encontraba a mano: sillas, vasos, botellas. Respondieron tratando de ir a por él. «Iban corriendo y apuñalaban a todo aquel al que encontraban», relata otra víctima. La estación de tren y metro de Liverpool Street, relativamente próxima al puente, se habilitaron como lugar de atención de heridos, al igual que un hotel cercano a la misma. La zona del ataque está llena de atracciones turísticas, próxima a la Tate Modern, el teatro Globe de Shakespeare y el propio Borough Market. También está cerca el moderno edificio del Ayuntamiento de Londres.

Ataque terrorista

Poco antes de la una de la madrugada, hora local, la Policía Metropolitana confirmó que se trata de «un incidente terrorista». El atropello, que recuerda el atentado islamista del puente de Westminster de hace dos meses, ocurre a solo cinco días de las elecciones generales. «Es lo de Westminster otra vez», lamentaba de hecho un hombre que había visto la escena.

A la una menos veinte de la madrugada hora británica (una más en España), Theresa May emitió un comunicado que confirmó lo sabido, que estamos ante un ataque terrorista: «Puedo confirmar que el terrible incidente en Londres está siendo investigado como un potencial acto de terrorismo. Es una investigación que cambia rápido. Quiero expresar mi gratitud a la policía y los servicios de emergencia que están en la escena. Nuestros pensamientos con aquellos atrapados en estos terribles eventos».

El equipo de Donald Trump comunicó enseguida que el presidente de Estados Unidos también había sido alertado de lo que estaba sucediendo. Poco después, el propio Trump escribió un tuit utilizando el atentado para reforzar sus ideas de prohibir entrar a los inmigrantes de algunos países musulmanes, medida que ha sido frenada por los jueces: «Necesitamos hacerlo bien, ser vigilantes y duros. ¡Necesitamos tribunales que nos devuelvan nuestros derechos. Necesitamos prohibiciones de viajes y un nivel extra de seguridad!».


El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, que estaba siendo criticado en campaña por haber dado cobertura en su día en Londres a militantes del IRA y Hamas que acudieron a la ciudad, emitió rápidamente un comunicado: «Incidente brutal y que conmociona en Londres. Mis pensamientos están con las víctimas y sus familias. Mis gracias a los servicios de emergencias».


El Reino Unido se encuentra en el nivel dos de alerta. Tras el atentado de Mánchester del pasado 22 de mayo, donde el terrorista suicida Salman Abedi mató a 22 personas a la salida de un concierto pop de la cantante estadunidense Ariana Grande, la mayoría jóvenes y niños, el Gobierno elevó la alerta a «crítica», en nivel máximo, por temor a un atentado inminente. También sacó al ejército a la calle, un hecho absolutamente extraordinario en el Reino Unido. Se temía que un cómplice de Abedi pudiese estar libre en la calle con una nueva bomba.
Sin embargo a los dos días, en pleno puente de primavera, la alerta se bajó de nuevo al segundo nivel. Al final el ataque terrorista que se temía parece que ha llegado, pero de manera menos sofisticada: con un coche atropellando y a cuchilladas.





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