Tras el paso del ciclón Debbie por el noreste de Australia, llega el momento de reparar los destrozos y evaluar los daños. Con categoría 4 de 5, Debbie tocó tierra con vientos cercanos a los 260 kilómetros por hora. Derribó árboles y postes eléctricos, destruyó edificios e inundó varias localidades, aunque no se han registrado víctimas. Cerca de 50 mil personas se han quedado sin electricidad y en algunas zonas falta el agua. El ciclón se ha convertido ya en tormenta tropical, cuyos efectos se notarán hasta el viernes.
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