► El fuego de Cotobade se encuentra en "situación dos" de alarma, ante la proximidad de las llamas a varios núcleos de población y avanza sin control ► El de Caldas está "estabilizado" desde las doce de la mañana y Medio Rural desactivó la alarma sobre la una menos cuarto ► En Mondariz se desactivó la alerta las 10.25 horas y está estabilizado ► En Caldas y Cotobade han ardido hasta 655 hectáreas, 160 en Mondariz y 81,7 en Ribeira, el único que, por ahora, está extinguido
Galicia despertó entre humo después de una noche muy intensa. Los incendios forestales registrados durante la tarde de ayer en los municipios pontevedreses de Caldas de Reis y Cotobade, que supusieron el desalojo de decenas de vecinos, ya han quemado unas 655 hectáreas entre ambos.Además del enorme impacto medioambiental, las llamas también obligaron a desalojar 25 viviendas y diez empresas en los núcleos poblacionales de Vilanova, en Cotobade, y Castroagudín, en Vilagarcía -el fuego iniciado en Caldas de Reis se extendió por el viento hasta el municipio vecino-. El polígono de O Pousadoiro también se vio amenazado por la intensidad del fuego.
En su control han trabajado dos técnicos, 19 agentes, 24 brigadas, diez motobombas, seis palas, 15 helicópteros y tres aviones. También colaboran efectivos de la Unidad Militar de Emerxencias (UME). El alcalde de Cotobade confirmó que las llamas comenzaron en una pista que sube hasta el lugar de Xesteira, probablemente en un depósito de agua que se encuentra en un terreno propiedad de la comunidad de montes.
Además, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente envió medios aéreos y terrestres para apoyar en las labores de extinción de Cotobade. En el lugar actúan tres aviones anfibios de 6.000 litros de capacidad de descarga de las bases de Labacolla en A Coruña y Matacán en Salamanca, así como un helicóptero Kamov de 4.500 litros de descarga y un avión de Comunicaciones y Observación que envía imágenes aéreas del incendio. Para trabajar en tierra en la lucha contra las llamas, se encuentran 2 Brigadas de Refuerzo contra incendios forestales con sus 4 helicópteros de 1.200 litros de las bases de Laza en Ourense y Tabuyo del Monte en León.
Ante el poder de las llamas, los vecinos no dudaron en volcarse en las labores de extinción del fuego. En la zona, muchos vecinos colaboraron para ayudarse mutuamente "mojando las casas con las mangueras" e incluso recurriendo al uso de agua de piscinas para controlar las llamas. Además, Cotobade habilitó el colegio municipal y el pabellón municipal para que los afectados pudieran pasar una noche de gran tensión. Y es que el incendio ha conmocionado a un Concello que ya sufrió los efectos del fuego en el año 2006, cuando Galicia estuvo afectada por una gran oleada de incendios.
Después de una intensa noche de trabajos, la situación en Caldas de Reis está estabilizada y Medio Rural desactivó la medida preventiva "situación 2", decretada por la proximidad del fuego al lugar de Castroagudín, en Vilagarcía.
Este fuego comenzó sobre las cuatro menos diez de la tarde del lunes en la parroquia de Saiar, en Caldas. Momentos después y como consecuencia del viento, el fuego se extendió hasta Vilagarcía, donde causó una gran preocupación entre los vecinos de Castroagudín. Después de horas de trabajo y de una noche muy intensa, el fuego está estabilizado desde las doce de la mañana y 45 minutos después se desactivó la 'situación 2' por proximidad a núcleos poblacionales.
De hecho, el alcalce de Vilagarcía, Alberto Varela, confirmó que no hay ningún foco activo del incendio que amenazaba las viviendas y que los vecinos ya pudieron regresar a sus hogares. De hecho, no fue necesario habilitar ningún alojamiento alternativo para los afectados. También funciona ya con normalidad el polígono industrial del Pousadoiro. En total, se han calcinado más de 290 hectáreas.
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