La proximidad de las llamas con núcleos de viviendas obligaron a la Xunta a activar el nivel 2 de alerta en los dos fuegos
Prácticamente toda Galicia estaba ayer en riesgo
extremo de incendio. Al intenso calor de los últimos días se sumó un
aumento del viento, y ambas circunstancia agravaron los fuegos
registrados durante la jornada y complicaron el trabajo de los servicios
de extinción dando lugar al peor día de incendios del verano.
Uno de los más graves se registró en la parroquia de Saiar, en Caldas de Reis.
Un incendio declarado poco antes de las cuatro de la tarde obligó a
movilizar numerosos medios de extinción tanto terrestres como aéreos. El fuego ha calcinado ya unas 200 hectáreas, según las estimaciones de Medio Rural.
Por su parte, en Cotobade se inició un segundo fuego que ha ido creciendo con el paso de las horas y ha afectado también a al menos 200 hectáreas.
Este fuego saltó al vecino municipio de Pontevedra, concretamente a la
parroquia de Bora, en O Salgueiral, donde las llamas se extendieron a
menos de cincuenta metros de viviendas.
La Xunta declaró a las cinco de la tarde el nivel dos, como medida
preventiva, por la proximidad del fuego al lugar de Castroagudín, en la
parroquia de Cea (Vilagarcía), donde fueron desalojadas cerca de una
decena de casas. Las llamas avanzaban a gran velocidad y devoraron todo
lo que encontraron a su paso, amenazando también el polígono de O
Pousadoiro, cuyas naves también fueron desalojadas. La amenaza pendía
todavía sobre ellas cuando los dos hidroaviones que participaron en el
operativo realizaron su última pasada de la noche.
Desde la Consellería de Medio Rural confirmaron que el operativo de
extinción estaba formado por un técnico, cinco agentes, catorce brigadas
(entre ellas una de Laza), seis motobombas, dos palas, diez
helicópteros, dos aviones y un tractor.
Temor en Cotobade
En la parroquia de Tenorio, en Cotobade, el incendio
se inició a las 17.20 horas. La proximidad de las llamas a las viviendas
del núcleo de Vilanova obligó a la Xunta a declarar como medida
preventiva la situación 2. Los vecinos, según recoge Europa Press,
vieron «fincas» de las casas «ardiendo» y cómo las llamas llegaban
«hasta la cuneta» de la carretera general, la PO-233.
En la zona intervenían ayer dos agentes, diez
brigadas, cuatro motobombas y nueve helicópteros, además de dos palas.
Sesolicitaron refuerzos a brigadas antiincendios con base en la
provincia de León. Cotobade revive así una dura situación, ya que fue una de las zona cero de los graves incendios forestales del verano del 2006.
Además, en todas estas labores colaboran la Guardia
Civil, la Policía Nacional y la Unidad Militar de Emergencias (UME), que
ha desplegado veinticinco militares y ocho vehículos.
También en Poio y Cambados
No fueron los únicos incendios
que se registraron en la comarca de Pontevedra, ya que, a media tarde,
se inició otro en el lugar de Encoiraos, en la parroquia de San Salvador
de Poio. La rápida intervención de la agrupación de Protección Civil y
de la Policía Local de este municipio evitó que las llamas alcanzaran
unas grandes dimensiones. Finalmente, consumieron cerca de mil metros
cuadrados.
También en la provincia de Pontevedra se registró
otro incendio en el lugar de O Facho, en Cambados, donde los efectivos
de protección civil y los vecinos pudieron sofocar las llamas y evitar
que el fuego se expandiera.
En O Porriño ardieron tres hectáreas de arbolado en la parroquia de Budiño, y en Baños de Molgas se quemaron 2,5 hectáreas.
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