CRECE EL DESANIMO POR LA DESAPARICION DEL VECINO DE MONFERO

«Selva», la perra con la que salió a pasear Ramiro Martínez el viernes, regresó el sábado a mediodía a casa

Las labores de búsqueda de Ramiro Martínez Varela, el vecino de Monfero de 75 años que falta de su casa, en la parroquia de San Fiz, desde el viernes, siguen sin dar frutos. Y el desánimo y el pesar por la desaparición de este hombre de 75 años, conocido como «o zapateiro da Illa», en alusión a su oficio y su lugar de origen, crecen. Su perra, Selva, con la que había salido a pasear, regresó a casa el sábado a mediodía. Confiaban en que después de amamantar a su camada quisiera regresar al lugar donde había dejado a su amo, pero no ocurrió así. Ayer por la tarde, dos familiares salieron con el animal por la zona de Tineo, donde una mujer dijo haber visto a un anciano caminando con un can, una alerta que llegó el sábado. Sus parientes pensaron que podía haberse dirigido al cementerio donde están enterrados sus padres. Pero tampoco resultó. Varios grupos de vecinos se repartieron distintas áreas, sin éxito. La Guardia Civil, que coordina el operativo de búsqueda, confirmó que mañana se incorporará un perro experto en el rastreo de cadáveres. 

Juan Rubianes es uno de los vecinos que han participado en el rastreo estos días. «É unha persoa moi querida. Teño 46 anos e conézoo desde neno (...). Recórdoo nunha moto pequena, cando baixaba ao Xestal, onde traballaba de zapateiro. Cando eu era un rapaz, unha vez rompeunos o balón de fútbol sala, levámosllo e reparóunolo. Para nós foi moi importante», recuerda este conductor de autobuses, que gestiona la empresa Fragas do Eume Kayak. Casado con Leonor y sin hijos, Ramiro, aquejado de párkinson y alzhéimer, lleva varios años «mermado pola enfermidade». Aun así, saludaba a diario a Rubianes, cuando pasaba en el autocar del transporte escolar.