En el último rastreo organizado por Salvamento Marítimo los buceadores
no hallaron los cuerpos de los dos hombres. El empeoramiento en las
condiciones del mar provoca que el dispositivo solo pueda seguir por
tierra.
La búsqueda submarina de los dos marineros desaparecidos de Vigo finalizó este viernes sin rastro de Borja Alonso y Filipe Carvalho tras una semana de rastreos.
Solo se recuperó el motor, que pasó a ser custodiado, por el padre y el
tío de Borja, que estuvieron presentes en el rastreo. También se encontró la caña de pescar de la planeadora Látigo.
Los buceadores de Salvamento Marítimo de Fene
llegaron a sumergirse hasta los 35 metros de profundidad sin encontrar
nada. La búsqueda seguirá en los próximos días por tierra porque las
condiciones en el mar harán imposible más rastreos con buzos. El
coordinador de la operación de Salvamento Marítimo, Marcos Riestra,
explicó que han participado «35 buceadores profesionales».
El operativo se ha realizado en los bajos del islote
Boeiro-Agoeira, lugar del naufragio, prioritariamente en la zona sureste
que ayer no fue explorada. Las condiciones del mar han sido excelentes y
querían aprovechar la última oportunidad antes de la llegada de un
temporal. Según Salvamento Marítimo, ha participado 50 buceadores
(profesionales del sector pesquero, 5 de Salvamento Marítimo de Fene, 7
bomberos y 9 GEAS de la Guardia Civil).
Los buzos privados descendieron hasta las cotas de 15
metros mientras que los oficiales hasta profundidades de 25 metros.
Revisaron grietas y entrantes en las rocas. En la jornada de ayer, los
buzos que van a la navaja, los navalleiros, encontraron el motor. En otras inmersiones del jueves, se localizaron el ancla y un pedazo de la planeadora.
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