Su hermana Paola logra acceder a su correo y halla una última geolocalización el 20 de diciembre
La familia se impacienta y exige que se tome en serio su búsqueda
Hugo Ferrara, un barcelonés de 27 años, lleva 38 días sin dar ninguna señal de vida. Fue visto por última vez en Brasilia el 18 de diciembre. Hasta esa ciudad le acompañaron unos amigos que, tras dejarle cerca de la estación, regresaron a Sao Paolo. El día 20 de diciembre, hacia la noche, debería haberse reunido con su amigo finlandés Kristian en Lençóis (Bahia), a unos 1.000 km de Brasilia en dirección a la costa. Pero nunca se presentó.Su familia ha denunciado los hechos a los Mossos d’Esquadra, a la policía italiana (tiene la doble nacionalidad, su padre es italiano) y a las autoridades brasileñas. Pero no ha arrancado todavía ninguna investigación seria para buscarlo. A pesar de que los indicios preocupantes se amontonan.
Hugo había quedado con Kristian en Lençóis el día 20. Tenía reservada la noche hasta el día 22 en un hostal. Después, el plan seguía hasta Feira de Santana (Bahia), una localidad en la que les esperaba su amiga Aranda Souza. Tras unos días juntos, el viaje seguía hasta el festival de música ‘Universo Paralelo’, del 27 al 4 de enero, para el que Hugo ya había pagado una entrada de 500 reales (unos 150 euros).
LA FAMILIA SE IMPACIENTA
Giovanni, su padre, pide a las autoridades brasileñas que tomen cartas en el asunto porque hasta la fecha ni siquiera han revisado las cámaras de la estación de Brasilia, desde donde se supone que tomó un autobús. “Tampoco han pedido el registro de pasajeros”, donde podría comprobarse hacia dónde fue.
En realidad, la investigación más seria la ha empezado a miles de quilómetros su familia, desde una oficina situada en el séptimo de la Gran Via de Les Corts Catalanes, donde trabaja Giovani. Y sus hallazgos, que van por delante de la policía brasileña, son reveladores.
Su hermana Paola descubrió hace poco que en el ordenador portátil de Hugo (en Barcelona) no se había cerrado la sesión de Gmail. Esto le permitió entrar en su correo y abrir el historial de sincronizaciones con un teléfono móvil que llevaba encima. Según este, Hugo tomó un autobús hasta Barreiras el día 18, durmió allí, y el 19, posiblemente haciendo autostop, partió hacia Seabra (Bahia).
El Gmail recoge una última sincronización geolocalizada en Seabra, a las tres de la mañana del 20 de diciembre. El móvil de Kristian registró también con el doble chequeo de Whatsapp que un mensaje que le envió a Hugo fue leído a las 00.08 horas de esa madrugada.
El plan de Hugo era cubrir andando la distancia que le separaba hasta Lençóis, unos 20 km, con desniveles y la espesa vegetación propia de un parque natural como la Chapada Diamantina, tan grande como Catalunya. Esto cuadra con el hallazgo de su hermana Paola. Entra dentro de lo posible que, en cuanto llegó a Seabra, de madrugada, iniciara su caminada hasta Lençóis, donde debía encontrarse con su amigo Kristian. Pero en lugar de eso se esfumó.
"Ojalá pueda abroncarle por todo esto cuando aparezca", desea Paola, que ha activado una campaña de ayuda por Facebook para dar con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario