Su familia le perdió la pista allí el pasado viernes, dos días después de haberse marchado de casa voluntariamente
Dos días de rastreo que todavía no han dado resultados. La Guardia Civil busca desde el pasado día 12 de diciembre a un joven cangués que desapareció en el entorno de los bufones de Pría. Su padre fue el que dio la voz de alarma poniendo una denuncia en la que alertaba de la desaparición de su hijo. Se trata de Isnael Rodriguez de la Vega, de 34 años y vecino de Intriago, en Cangas de Onís, que se ausentó de su casa el pasado día 9 con el coche de su padre, vehículo que fue encontrado estacionado en la zona de los acantilados el pasado viernes día 11.
Los familiares comenzaron a buscarle por los alrededores pero ya el sábado decidieron solicitar el apoyo de las fuerzas de seguridad. En la tarde de ayer finalizaba la segunda jornada de búsqueda con la intervención, entre la mañana y la tarde, de seis patrullas de la Guardia Civil del puesto de Llanes, el GREIM de Cangas de Onís, el helicóptero del SEPA, Cruz Roja, la Policía Local de Llanes, un equipo de intervención de buzos, el Helimer Cantábrico, la lancha Salvamar de Llanes y el helicóptero de la Guardia Civil. Se le busca tanto en el mar como en los acantilados y praderías del entorno, sin descartar que pudiera haberse precipitado. En todo momento estuvieron también presentes miembros del Grupo de Montaña Peña Santa, de Cangas, al que pertenecían tanto el desaparecido como su padre. Quisieron ayudar de forma voluntaria.
Preocupación
El joven salió de su casa el miércoles y dejó una nota explicando sus
motivos. Se llevó el coche de su padre y, en primera instancia, explicó
que «tenía que ir a Arriondas a una consulta médica en el hospital».
«Le conozco bien y sé que al dermatólogo es al último sitio donde iría.
Cuando me dijeron eso, y al ver que no volvía y era tarde, me puse en
contacto con él. Me dijo que iba por Ponferrada, León, y que se iba a
reunir con 'Marisina', su madre fallecida hace más de cinco años. Cuando
le dije que no hiciera tonterías y que volviera a casa, me dijo que ya
le había dejado una nota a su padre», explicó Leandro de la Vega, primo
del desaparecido.Algunos familiares comentaban ayer, muy preocupados, que la vida de I. R. V. no estaba siendo fácil. «Trabajó 13 años en Madrid y se quedó en el paro. Terminó con su pareja y su madre falleció, por lo que volvió a Intriago», explicaron. Su actitud preocupaba a la familia, que confia en que «no haya hecho ninguna locura».
El joven sacó «500 euros» del cajero tras irse del domicilio y mantuvo conversaciones con su padre por mensaje de móvil. La última el viernes, cuando le explicó que «el coche estaba aparcado en los bufones», al tiempo que parecía despedirse de él deseándole «que fuera muy feliz». La Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis, por el momento, y hoy tiene previsto iniciar de nuevo la búsqueda a primeras horas de la mañana.
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