Una llamarada solar severa golpeó la Tierra la tarde del
lunes, lo que incrementa la probabilidad de fluctuaciones en redes de
transmisión de energía eléctrica y sistemas de posicionamiento global.
Además empuja las auroras boreales a sitios donde más gente tiene la
posibilidad de verlas.
Meteorólogos de Estados Unidos
dijeron que las auroras boreales podrían ser vistas la noche del martes
en zonas como Iowa o Pennsylvania.
La Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera
(NOAA por sus iniciales en inglés) dijo que un potente estallido de
plasma magnética salió disparado del sol el domingo, viajando más rápido
de lo usual y golpeando la Tierra con la llamarada solar más grande
desde marzo, quizá desde septiembre de 2005.
Doug
Biesecker, físico especializado en clima espacial de la NOAA, señaló que
no hay reporte de daños, pero que redes de transmisión de energía
eléctrica y sistemas de posicionamiento global (GPS) probablemente
tuvieron fluctuaciones que pudieron ser manejadas.
Indicó que los efectos de la llamarada solar podrían durar un día o más.
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