La formación de la tormenta subtropical Ana el pasado 7 de mayo en aguas de la costa sureste de Estados Unidos, es un hecho inusual que adelanta en casi un mes la temporada ciclónica en el Atlántico norte. La última vez que se formó una tormenta tropical antes del inicio de la temporada de huracanes fue en 2012, cuando aparecieron Beryl y Alberto, ambas frente a las costas de las Carolinas, Georgia y el norte de Florida.
El periodo ciclónico en esta parte del orbe se inicia de manera oficial el próximo 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre, sin embargo, Ana con sus 90 kilómetros por hora marcó el comienzo de una etapa que cada año mantiene la alerta de especialistas y público en general.
Aún cuando para este 2015 los predictores de la Universidad Estatal de Colorado, Philip J. Klotzbach y William M. Gray, pronostican una temporada de las menos activas de los últimos años, siete ciclones con nombre, cuatro de los cuales alcanzarían la categoría de tormentas tropicales y tres la de huracanes, siempre hay que estar atentos.
Lo más relevantge es que las autoridades y la población en general esté atenta y lista ante la amenaza de ciclón, no importa la intensidad, sino el estar preparados ante estos desastres naturales, señalan expertos.
En la temporada del Atlántico los nombres escogidos para identificar las tormentas tropicales son, luego de Ana, Bill, Claudette, Danny, Erika, Fred, Grace, Henri, Ida, Joaquín, Kate, Larry, Mindy, Nicholas, Odette, Peter, Rose, Sam, Teresa, Victor y Wanda.
La práctica de relacionar a los fenómenos meteorológicos comenzó hacia los primeros años del pasado siglo, con el objetivo de ayudar a identificarlos rápidamente en los mensajes de alarma.
Los nombres de los ciclones siguen un sistema establecido por la Organización Meteorológica Mundial, que incluye una lista ordenada alfabéticamente. En el caso de aquellos que identifican a huracanes muy destructivos no vuelven a emplearse nunca más.
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